viernes, 3 de octubre de 2008

En EE.UU. no hay «golpes» porque no hay UP

En EE.UU. no hay «golpes» porque no hay UP
Sergio Melnick
Según la Presidenta de la República de Chile, en Estados Unidos no hay golpes de Estado porque ahí no hay embajadas norteamericanas. Con este chiste de tan mal gusto y absoluta inoportunidad, Bachelet mostró por qué nunca podría llegar a ser una estadista. Menos mal que se contuvo con la teoría del complot de la CIA en las torres gemelas. Ricardo Lagos, tan socialista como ella, y que se equivocó en muchas cosas, resaltó siempre la importancia del cargo de Presidente como una institución a cuidar.

Bachelet, sin embargo, ha optado desde su inicio por el camino permanente de la tallita corta y ahora la línea más bien altisonante y siempre desatinada de Chávez. Aún no parece entender que debe representar a todos los chilenos y no sólo a los que piensan como ella. Eso es un estadista. La condecoración a Kennedy ofende severamente, a lo menos, a la mitad de los chilenos. Simplemente no correspondía, menos aun a quien dejó morir a su secretaria por su cobardía para enfrentar la situación irregular en que se encontraba con ella. Para qué recordamos que el canal estatal, en los hechos, con un sistema realmente trucho de votos y selección, designó a Allende nada menos que como el chileno más relevante de la historia. Justo el que más divide al país y que lo pulverizó en el siglo 20. ¿Será todo esto una tendencia? ¿Y será que vienen elecciones?

El discurso de la ONU sigue la huella de Chávez. Pero, además, quiere ir a rendir honores a Fidel antes de que muera. Eso es simplemente indignante, nuevamente para millones de chilenos. Y lo peor es que probablemente se dará el gustito, después de las elecciones del próximo año, para obviar el costo político.

La sola consideración del viaje —rechazado afortunadamente por el canciller— es un fenomenal doble estándar sobre el tema de la democracia y los derechos humanos. El mismo estándar que mantuvo durante largos años en la Alemania de la Stasi. O en la acogida a Honecker, gran violador de derechos humanos. Las más que numerosas dictaduras de izquierda nunca han sido condenadas por Bachelet, ni menos les ha hecho sus bromitas.

Responsabilizar entonces a los Estados Unidos, durante la Guerra Fría, del pronunciamiento del ’73, es una broma tan inoportuna, tan falta de tino, de tan mal gusto, y con tan absoluta falta de autocrítica, que da pena. El “golpe” en Chile fue, curiosamente, apoyado mayoritariamente por la DC, nada menos que sus propios actuales aliados de gobierno, así testimoniado por Frei Montalva y el propio Aylwin entre otros. En el tiempo, y después de que muchos personeros DC participaran del gobierno de Pinochet, efectivamente la DC pasa a la oposición, pero hablamos ahora del golpe.

En los Estados Unidos está el sistema más robusto de generación de ideas del planeta. Los premios Nobel cada año así lo ratifican. Crearon internet, un espacio democrático jamás imaginado. Publican unos 300 mil libros nuevos al año y proporcionan ciencia y tecnología al mundo entero. Ahí se han formado en el pensamiento libre miles de miles de chilenos, de izquierda y de derecha, los que contribuyen hoy al país. Muchos están ahora en el gobierno. No hay universidades tipo Lumumba.

En EE.UU., la izquierda norteamericana, que sí la hay, es democrática, tolerante y nunca consideró a Marx como un profeta, sino como un intelectual más, sujeto a la crítica y al debate. No hay golpes, porque en los Estados Unidos nadie trata de “pasar” arriba de los adversarios a cualquier costo. Porque no se usan los resquicios legales para desviarse de la voluntad popular. Porque saben protestar sin destrozar su propio entorno. Porque nadie predica la lucha de clases entre hermanos, ni las revoluciones violentas. Saben discutir sin odiarse, aman su Constitución, aceptan las reglas del juego y las cambian de acuerdo a las normas cuando se requiere. No hay otro país que respete tanto la libertad de las personas, que promueva la iniciativa, la innovación y el emprendimiento, y que sea tan descentralizado. No significa que no se equivoque, sino que se equivoca menos.

Estados Unidos es un país donde la gente se puede ir si no le gusta, lo que nunca pudo ocurrir en los países socialistas y que incluso aún no ocurre hoy en Cuba, donde seguramente no levantará la voz por la oposición oprimida con el mismo tono que usó en la ONU.

La verdad, señora Presidenta, es que la gran razón de por qué no se producen golpes de Estado en EE.UU. es porque no hay “unidades populares” que destruyan los países.

Acount