La presidente parece convencida de que los chilenos creemos cualesquier cosa
o que se nos puede seguir tratando de vender coloridos espejismos.
La Presidente Michelle Bachelet Jeria, volvió de sus inmerecidas vacaciones, haciendo lo mismo que antes de irse, ampulosas declaraciones “pa la galería”, pero carentes de toda consonancia con lo que sucede en el país. Los estadistas, o más bien quienes aspiran a obtener el titulo, no pueden andar por el mundo discurseando y repitiendo solo lugares comunes.
Sus apreciaciones de ayer sobre las irregularidades descubiertas por la contraloría en el manejo de los dineros del Ministerio de Educación en el sentido de que "Con el dinero de los chilenos no se juega" parece una vulgar tomadura de pelo, sobre todo por venir de una administración en la que este tipo de escándalos es abundante, reiterativa y permanente.
Esperábamos que la gobernante, después de unos días de meditación y evaluación llegara a reasumir su puesto con ideas claras de lo que hay que hacer, con la decisión de sancionar enérgicamente a los que han actuado corruptamente, los han amparado o los han permitido. La lucha contra la corrupción debe ser fuerte y no centrarse solo en el discurso, que como ya sabemos son palabras que se lleva el viento.
Le hemos hecho muchos llamados a la mandatario, es especial para evitar que su agenda enfocada solo a los temas políticos siga dañando a la gente, postergando las necesidades de los más humildes y para que aterrice sus prioridades, destinando los recursos a desarrollar el país, pues como debe saber el precio del cobre tarde o temprano volverá a niveles de normalidad.
La presidente sigue teniendo a oportunidad de cambiar la percepción con que pasará a la historia. De seguir por el camino en que va solo competirá con Lagos, para definir cual administración ha sido la mas corrupta, y con Allende, para dirimir cual de los gobiernos fue más incapaz y/o destructivo. La pelota está en su cancha presidente, de usted depende lo que haga con ella.
Ni la farándula, ni el derroche de recursos en el circo festivalero han logrado enfriar la situación, mientras más fuertes son las declaraciones de la gobernante más aumenta la sensación ciudadana de impunidad ante la corrupción, a la vez que se multiplican, como verdaderos hongos, los casos en que la gente de confianza del ejecutivo maneja mal los recursos de los chilenos o simplemente se los lleva para la casa.
Creemos que ha llegado la hora de barrer con la corruptela, sancionar a los culpables con las penas más duras que se pueda, además de la sanción social, y proporcionar un duro castigo a quienes han permitido, sea por incapacidad, ineptitud o concomitancia, que este flagelo se asentara en el país. Ya no es hora de palabras, Chile requiere de hechos.
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