miércoles, 30 de abril de 2008

El Gobierno, que gobierne

El Gobierno, que gobierne
Gonzalo Vial

Parece obvio, ¿verdad? Pero:

1. Aparece en pantalla, el 25 de abril, por varios canales, el ministro Secretario General de Gobierno, y dice:

“Todos los chilenos tenemos que cuidar a CODELCO”.

¿Por qué sería así? ¿Cómo podría yo cuidar a CODELCO? CODELCO es una empresa 100% del Estado de Chile, cuyo gobierno la maneja sin interferencia de nadie, designando y removiendo a su arbitrio quiénes la manejan. Exclusivamente suya es la responsabilidad de “cuidarla”... que no nos la endose a nosotros.

2. El ministro del Interior, el vocero oficial del Gobierno y la autoridad máxima de CODELCO señalan enfáticamente que la cuprera estatal no debe sentarse a la mesa de negociaciones con sus empresas subcontratistas y los trabajadores de éstas.

El ministro del Trabajo afirma, con igual energía, que CODELCO debe sentarse a dicha mesa (El Mercurio, 28 de abril).

Es algo inédito. Jamás lo había visto en mi larga vida. Recordaba, sí, ministros que diferían de criterio en el seno del gabinete, más “para callado”. Nunca, como en este caso, pública y reiteradamente. Y una vez que la diferencia llegaba a ser de conocimiento general, el Presidente resolvía la discrepancia y uno de los contendores se iba. Ahora, no es necesario; el ministerio, la superior dirección del país, se ha convertido en club de debates o academia. Cada uno opina y mantiene lo que le parece y contradice a los demás, y todos felices. Por este camino, el Gobierno, nuevamente, no gobierna.

3. El ministro de Hacienda escribe: “Sugiero el siguiente principio de responsabilidad compartida: por cada medida que un gremio le pida al Gobierno, que ese mismo gremio anuncie una iniciativa propia para que las empresas del sector se vuelvan más competitivas. Así todos hacemos nuestro aporte” (El Mercurio, 27 de abril).

¡Qué cosa más rara! ¿Por qué los gremios van a “compartir responsabilidades” con un gobierno que no les cede (como no puede cederles) sus facultades de tal? El Gobierno... ¿se obliga a aceptar lo que le pida un gremio, si éste lo acompaña con una “iniciativa propia” para que sus asociadas “se vuelvan más competitivas”? ¿Se obliga también a acoger la “iniciativa propia”? ¿Y no es hacer respetar y fomentar la competencia, atribución y obligación del Gobierno? Los gremios, lo que tienen que hacer, es aplicar las reglas legales sobre competencia. El Gobierno, imponer su cumplimiento y modificarlas o complementarlas si es necesario. Lo demás es sólo oír opiniones. No hay campo para que gobernados y gobernantes “compartan” la responsabilidad de gobernar. Sólo estos últimos la tienen.

4. Queman, por octava vez, un camión forestal en Araucanía. La Intendenta de la IX Región dice tratarse de hechos aislados. ¿Qué número de camiones será necesario que ardan, para que ya no se trate de “hechos aislados”?

Más sorprendente, aún, lo que sobre el mismo asunto declara el ministro del Interior. Fue “una irresponsabilidad de parte de la empresa —señala— retirar material al interior de una comunidad mapuche sin protección policial. Debieron haber avisado. Hay que ser bastante más prudente en este tipo de cosas” (El Mercurio, 28 de abril). Traducción: en las comunidades mapuches, ni personas ni vehículos pueden circular ni trabajar lícita y pacíficamente, libres de atentados incendiarios o personales, sin protección de la policía. Si no la piden, las víctimas pecan de “irresponsabilidad”.

Lo dicho: que el Gobierno gobierne, en vez de esperar que sus gobernados lo hagan por él.

LAS INSACIABLES MUNICIPALIDADES. Todavía les duele a los contribuyentes, en especial de bienes raíces, la gran alza de impuestos para financiar los municipios, decretada hace muy poco tiempo.

Y el año pasado, a fin de compensar los déficit de la educación municipal, se dio a las comunas un salvavidas de cien millones de dólares, destinados a “proyectos” del rubro (¿cómo se cubre un déficit con un “proyecto”? Misterio). Ya están repartidos esos millones, y gastados. Naturalmente, las otras escuelas gratuitas, que atienden casi el mismo número de alumnos que las municipales —y logran mejores resultados—, no tuvieron derecho a ningún “proyecto” ni centavo de dólar.

Y ahora se habla de nuevas “modernizaciones” de los municipios, para dotarlos de personal de nivel superior y otros progresos, etc., etc. Más gastos, ¿más impuestos? Todo al tonel sin fondos de los municipios. Se quiere que sean realidad —que se pueda echar mano a esos dineros frescos— antes de la próxima elección de dichos organismos...

Los cuales, mientras tanto, exhiben un desorden, un despilfarro, un cortejo de escándalos y abusos grandes y pequeños que producen vértigo. El pasado domingo, El Mercurio nos habla de una alcaldesa “vitalicia” del Gran Santiago que presenta en el Día del Padre del municipio a la Licenciada Tetarelli (!), con desnudo completo; que tolera que una empresa internacional de aseo convide a Europa, todos los gastos pagados, a tres dirigentes comunales, y encima la alcaldesa les da viáticos indebidos, cuya devolución exige la Contraloría... la misma empresa, por supuesto, que se adjudicará luego la extracción de basura de la municipalidad. Y éste es sólo un ejemplo entre muchos.

Ahora bien, los nuevos recursos que se anuncian para el tonel sin fondo de las municipalidades, estoy seguro, avanzarán aceleradamente y se harán realidad a corto plazo. Voy a explicar por qué.

Numerosos municipios se han convertido en agencias electorales de los respectivos alcaldes, y de los partidos correspondientes. La agencia o máquina así armada reelige al alcalde una y otra vez. El alcalde, por su parte, es la herramienta ideal para que el diputado o senador de su partido en el mismo territorio se perpetúe también en el cargo. Los “operadores” de ambos —alcalde y parlamentario— son funcionarios del municipio, que no hacen nada sino activismo político y electoral... y cobrar sus sueldos. Los demás gastos de las campañas son provistos también por las comunas, mediante contratos fuleros con parientes, amigos o palos blancos, y “programas” municipales —v.gr., deportivos— de alto costo y vaga, neblinosa inversión.

De este modo, se organizan y perpetúan “dinastías” alcaldicias y parlamentarias, cuyo núcleo es la corrupción de los municipios.

Es la alianza alcaldes/congresistas la que ha permitido que las municipalidades reciban y desembolsen más y más dinero sin justificación previa ni cuenta posterior que demuestren, primero, la utilidad del gasto y, segundo, que se ha hecho correctamente. Municipios y ONG son las venas abiertas por las cuales fluyen y se malbaratan recursos que otras, verdaderas, necesidades reclaman con desesperada urgencia. Pero, ¿quién se atreverá, alguna vez, a ponerles el cascabel a estos gatos?

AYUDAMEMORIA. Tenemos nueva ministra de Educación, de distinguido currículo, y con ella —leo en La Segunda de ayer— un “panel de superexpertos”, asimismo de gran prestigio, para definir las prioridades de la cartera. Tenemos también los acuerdos Gobierno/Oposición sobre iguales temas. Cabe la esperanza —lo último que muere, dicen— de que avancen la enseñanza básica y media, después de treinta y cinco años (diecisiete militares y dieciocho concertacionistas) de retraso y ruina.

Ojalá entre las “prioridades” figuren, en lo posible como “superprioridades”, aquellas sin resolver las cuales TODA OTRA INICIATIVA ES ABSOLUTAMENTE INUTIL. A saber:

1. Que la subvención mensual por niño de enseñanza básica y media educado gratuitamente sea la mínima indispensable para lograr un éxito también mínimo. Y no, como hoy, similar si no inferior al subsidio mensual que recibe del Estado un agricultor francés por tener una vaca, y entre cuatro y veinticuatro veces menor que la mensualidad de un colegio pagado (cuadro de El Mercurio, 22 de marzo).

2. Que se reforme el Estatuto Docente, de modo que los directores de establecimientos municipales tengan la libertad indispensable, si se les ha de pedir aquel éxito mínimo, para conformar y modificar su equipo docente.

3. Que se revisen los currículos de estos niveles de enseñanza, de modo que sus Contenidos Mínimos Obligatorios (CMO) puedan enseñarse adecuadamente en las horas de clase totales, eliminando al efecto las materias prescindibles, superfluas y aun insensatas que los inflan y deforman.

martes, 29 de abril de 2008

No confundamos trenes con frambuesas.

No confundamos trenes con frambuesas
Cristina Bitar

En los últimos días, los medios de comunicación han informado ampliamente de una serie de hechos irregulares, como la “inauguración” del Hospital de Curepto; el proceso judicial que afecta a Luis Ajenjo a raíz de su gestión en EFE; irregularidades en el Ministerio de Educación, y el posterior acto de desagravio a la destituida ministra Provoste con asistencia de escolares en su horario de clases; irregularidades en la licitación del Registro Civil; investigaciones de Contraloría en algunas comunas de Santiago; la destitución de la subsecretaria de Transportes por ocupar para repartir frambuesas el vehículo fiscal que tenía asignado, y la renuncia del jefe de la escolta presidencial por uso indebido de un vehículo fiscal.

Me preocupa que los medios de comunicación titulen con unos y otros hechos sin que se haga una adecuada distinción de la diferente gravedad de cada uno de ellos. También me preocupa que los políticos traten de empatar unas cosas con otras.

Lo de las frambuesas, siendo sin duda un hecho ilícito y, por lo tanto, reprochable, es un infracción “rasca”, absolutamente menor y de esos hechos que además de sancionarse debieran producir más vergüenza ajena que indignación; caen más bien en el campo de la ética individual y, por lo mismo, dan cuenta de una selección desprolija de las autoridades, pero no de un problema de corrupción en el Estado. Aquí no hay una defraudación millonaria; no se trata de redes de protección o de pagos ilícitos.

Lo del carabinero de la escolta presidencial, incluso, me parece que tiene que ver con un problema de falta de adecuación de la norma a los usos y costumbres de los funcionarios públicos. Si a todos se les aplicara el mismo rigor que se aplicó al comandante Vidal, me temo que muy pocos quedarían en pie. Con este criterio, ningún ministro ni ministra u otro funcionario público podrían llevar ni recoger a sus niños del colegio, llamar a su casa para ver cómo está su familia con un celular pagado por el Estado o hacer que su chofer y su escolta los o las acompañen a ninguna reunión social. Aquí hay que aplicar el sentido común y no confundirse.

Por eso, sería bueno revisar las normas o bien trabajar en la cultura del Estado, de manera que exista un consenso teórico en que se apliquen las sanciones de este tipo para todos o para nadie. Personalmente, pienso que no podemos entrar en un canibalismo loco y arbitrario. Hasta que ello no ocurra, es inevitable un cierto sentimiento de solidaridad o de comprensión con el oficial Vidal, lo que probablemente explica la reacción en su defensa del general Bernales.

Pero lo de EFE, lo de Curepto, lo del Registro Civil, las irregularidades en el Ministerio de Educación, lo del homenaje a Provoste, son cosas completamente diferentes. Se trata de hechos que dan cuenta de engaños a la opinión pública, de fondos por miles de millones de dólares o de abuso institucional con los más débiles de nuestra sociedad.

Pareciera que la rápida sanción en el caso de las frambuesas era conveniente para las autoridades gubernamentales. Se da aquí una señal de rigor que no se aprecia en los otros casos y que aparece compensando lo que no es compensable. Era fácil ser estrictos con la subsecretaria de Transportes, pues no se trata de una figura política de primera línea: lo suyo es más bien tema del chiste del día que de la página editorial.

El contraste es evidente, el Sr. Ajenjo llega acompañado del secretario del Tribunal Supremo de la DC a los tribunales. Respecto del blindaje a la ex ministra Provoste y del homenaje en Quilicura, reina el silencio, y lo del Registro Civil es una caja de Pandora.

Ahí están algunos de los problemas graves, los de verdad. Por favor, no confundamos los trenes con las frambuesas. No tienen nada que ver. Mientras no los diferenciemos, vamos a seguir enredando a la opinión pública y lo único que vamos a hacer es seguir desprestigiando el servicio público, que tanto necesitamos enaltecer.

Turista perpetuo

Turista perpetuo
Hernán Felipe Errázuriz

Douglas Tompkins, un turista, un simple excursionista: una chacota, legal. Por más de una década, participa intensamente en la vida nacional, recibe y concede curiosas donaciones, controla territorios superiores a provincias chilenas y financia millonarias campañas en defensa de sus intereses, propiedades e ideología.

Su activismo, aunque legítimo, es de interés público: compromete el desarrollo nacional, obstaculiza proyectos de energía limpia y renovable; caminos y empleos que servirían a todo el país y a colonos y mujeres de territorios aislados.

Tompkins no es un transeúnte ni siquiera en La Moneda ni en los ministerios, donde influye hasta sobre el trazado de la Carretera Austral. Que sea turista, suena feo, huele mal, no se ven transparentes sus actividades y no es serio asilarse en resquicios.

Difícil sostener legalmente que una persona no está domiciliada en un país si tiene casa abierta, personal y actividades permanentes durante más de 15 años.

Pero los extranjeros con bienes adquiridos antes de domiciliarse en Chile, tienen un motivo razonable para considerarse turistas: si fueran residentes en Chile, deberían declarar y pagar aquí impuestos por esos ingresos foráneos y, además, tributar por rentas y activos chilenos. Es el caso de los norteamericanos y de otras naciones sin tratados que eviten la doble tributación.

La voracidad impositiva del Estado desalienta a extranjeros prósperos y profesionales calificados que podrían avecindarse y prestar servicios para el país. Con razón, últimamente la casi totalidad de los inmigrantes son las decenas de miles de indocumentados y unos pocos refugiados.

Legislaciones más modernas y tan distintas como las de Inglaterra y de Costa Rica, cuentan con políticas migratorias flexibles, que eximen de impuestos a las rentas externas a los extranjeros residentes. Se estima en más de cien mil a los artistas, escritores, investigadores y profesionales extranjeros altamente calificados que realizan periódicamente actividades remuneradas temporales en Inglaterra bajo una tributación amigable.

En cambio, nos concentramos en Tompkins, que cuenta con una red de asesorías e influencias, y nos olvidamos de que la burocracia y la tributación complican el ingreso de extranjeros de valiosos conocimientos y recursos que podrían domiciliarse para engrandecer a Chile. Tan absurdas como la condición de turista perpetuo son nuestras leyes impositivas y sobre extranjería.

¿Para avecindarse en Chile, queremos indocumentados o emprendedores que no busquen resquicios?

Tan absurdas como la condición de turista perpetuo son nuestras leyes impositivas y sobre extranjería.

sábado, 26 de abril de 2008

Ciencia y política, entre el orden y el caos

Ciencia y política, entre el orden y el caos
Karin Ebensperger

La ciencia no está nunca desligada de la sociedad, y sus aportes siempre influyen en los hechos sociopolíticos. Nuestra visión del mundo y muchos conceptos económicos, políticos e incluso sicológicos han estado influidos durante siglos por los parámetros de la ciencia, aunque ese hecho no siempre nos resulte evidente.

La mecánica de Newton, y sus leyes que creíamos inmutables, nos hacía ver el mundo como un perfecto reloj, con causas y efectos. Sin embargo, gran parte de la física contemporánea está basada en la probabilidad. La mecánica cuántica con Max Planck aportó en el siglo XX el dato clave de que el mundo subatómico (dentro del átomo) no se comporta como esperaríamos. La física cuántica con su indeterminación ha proporcionado los elementos más exactos conocidos hasta el momento, a pesar de su carácter probabilístico.

Experimento

Los ejemplos anteriores sólo los menciono para ilustrar la importancia que tiene el enorme experimento que está llevando a cabo la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). Hace 12 años la comunidad científica, con la colaboración de físicos de Europa, EE.UU. y de la India entre otros, empezó a construir el llamado Gran Colisionador de Hadrones. Es un tubo de 27 kilómetros en el cual se hará colisionar en octubre de este año a millones de partículas en condiciones extremas para tratar de recrear lo que ocurrió tras el Big Bang, que es una de las teorías -la más aceptada- del comienzo del universo. Se trata de comprender cómo se originó la materia que conocemos y qué compone lo restante -lo que no entendemos y que es casi todo- y se define como energía oscura.

El ser humano por definición es investigador y explorador, y desde la más remota antigüedad los sabios han dialogado con la naturaleza. Y así como los presocráticos discutían sobre el origen, hoy los científicos también se devanan los sesos tratando de establecer si se impondrá la visión mecanicista del universo, o la probabilística, que habla de una suma de casualidades. Y esto tendrá consecuencias filosóficas y prácticas para la humanidad.

Lo que ha quedado bastante claro es que la antigua división entre científicos y humanistas ya no es razonable. Tanto en la época de Newton y Leibniz, como en la moderna de Einstein y Planck, los conceptos científicos determinan de muchas maneras nuestra visión de la vida, de la política, de la educación, de las relaciones humanas. Algunos lo analizan desde la perspectiva de la fe, otros desde la de la razón, pero es un hecho que la ciencia no aporta sólo una suma de datos técnicos, sino que debiera llamar a una profunda reflexión.

viernes, 25 de abril de 2008

¡A perder! es la orden

¡A perder! es la orden
Álvaro Bardón


La llamada derecha sigue haciendo esfuerzos para perder. El año 2000 ya debería haber ganado, en medio de una crisis costosa, con alto desempleo. Pero su estilo demagógico-cosista, en el sistema binominal no democrático, lejos de las reformas liberales, la convirtió en fome, no elegible frente a un Lagos a quien la derecha adora como a Dios, no tanto por sus méritos, sino porque alguien le vendió la idea de que no hay que ser confrontacional.

Yo no entiendo cómo se puede hacer cambiar el voto de un socialista, un DC o un radical, más o menos perseguido por la "dictadura", sin denunciar los grandes errores de política, los robos tipo sobres brujos o coimas, las pegas de favor y algo tan evidente como el debilitamiento del crecimiento a la mitad y el aumento de la inactividad laboral, de la delincuencia, y todo lo demás que sabemos.

¿Ha escuchado usted en nuestra derecha un discurso moderno, tipo Sarkozy o Berlusconi? Obviamente no, porque ella ha cedido sus ideas de mercado libre, liberales y de progreso a antiguos socialistas concertacionistas. Los impuestos tienen que subir siempre, dicen sus políticos y PhD. ¡Ubícate, Bardón, ya estás viejito para saber que es por "lo social", la redistribución! ¿Se te olvidó que el Estado es ese invento de algunos para vivir a costa de los demás?

Los líderes de nuestra derecha, Lavín y Longueira, se apagaron por no atacar los ya clásicos errores e irregularidades izquierdistas. Lavín tenía ganada la elección, hasta que Longueira blanqueó los sobres brujos, cuando lo honrado, democrático y correcto era aplicar la justicia, "caiga quien caiga", como se decía antes de las corruptelas recientes. Y todo sin elegancia alguna, ya que a cambio de este perdonazo les subieron el sueldo a todos, y todos amigos. Y a usted y a mí, que nos patee un conejo. Longueira liquidó la opción de Lavín para dársela a Bachelet. Por su parte, Lavín fue renunciando a sus posturas para sumergirse en la demagogia de la nieve en el centro, las playas en el Mapocho, el hacer llover, los ventiladores gigantes y el bacheletismo-aliancista, gran aporte a la moderna ciencia política.

¿Cuál será la próxima, luego del suicidio colectivo Lavín-Longueira o del asesinato de imagen de Jovino Novoa, sobre el cual no he visto ninguna defensa ni especial homenaje ni condena a los culpables? Lo único que vi fue una descalificación al que -muy temprano- destapó la verdad, el abogado Cristián Espejo.

Y ahora como que quieren liquidar a Sebastián Piñera, el mejor estudiante de la UC, con doctorado verdadero en EE.UU. y una fortuna que refleja su inteligencia, capacidad empresarial y de trabajo, que todos reconocen, salvo los antiguos estatistas que no comprenden nada de la teoría moderna del valor. Esto, para no referirnos a quienes quieren dirigir y lechar el sistema productivo desde la burocracia estatal.

En la economía libre no se puede ganar un peso sin tener como contrapartida un servicio a la gente que lo paga voluntariamente. ¿Por qué habría que controlar la creación de riqueza de los políticos? ¿No basta con que haya la más amplia información a la gente? ¿Para qué una ley de fideicomiso ciego, en lugar de los ojos abiertos? ¿Quizás para seguir desprestigiando a la economía libre y a los creadores de riqueza?

Los "progresistas" y la mitad de la derecha aún no entienden que la competitiva economía libre es la que crea empleos y riqueza, así como el socialismo produce pobreza y ruina.

jueves, 24 de abril de 2008

Hermógenes Pérez de Arce y Gonzalo Rojas Sánchez, dos colosos en lucha.....

La vida en un país surrealista
Hermógenes Pérez de Arce
-El problema es que tenemos demasiados dólares y eso hace que baje el tipo de cambio. Las empresas exportadoras y sustituidoras de importaciones se arruinan, despiden gente y hay más pobres.

-Y el Banco Central, para subir el tipo de cambio, está comprando dólares, así es que vamos a acumular todavía más. Luego, va a ser peor la tendencia a la baja, y el Banco Central, para evitarla, tendrá que comprar todavía más y así sucesivamente. Yo no sé dónde irá a parar todo esto, porque la sobreabundancia de dólares nos va a liquidar por completo.

-Bueno, entonces dénselos a los pobres, háganlos ricos y matan dos pájaros de un tiro: se acaban los excesos de pobres y de dólares.

-Es que al entrar tantos dólares bajaría más todavía el tipo de cambio, y más exportadores y sustituidores de importaciones se arruinarían, despedirían más gente y habría más pobres. O sea, si haces ricos a los pobres así, generas más pobres.

-¡Bueno, ya! Entonces hay que malgastar los dólares, haciendo más Transantiagos, pues ponerlo en marcha con miles de buses oruga y todo eso ha costado más de mil millones de dólares, y sigue perdiendo entre 30 y 40 millones al mes. Con varios Transantiagos nos aliviaríamos del exceso de dólares, el tipo de cambio subiría, las empresas exportadoras y sustituidoras de importaciones serían más rentables, aumentarían el empleo y habría menos pobres.

-¡Brillante! Y el Transantiago también ayuda por otro lado a disminuir el desempleo, porque la gente, que se demoraba antes una hora en ir al trabajo, ahora se demora dos y produce menos, de modo que se necesitan más trabajadores. Eso hace aumentar el empleo. Genial.

-Sí, agradezcamos a Ricardo I que nos legara ese gran plan. Con razón lo amaban y me acuerdo de que la Armada le rindió un homenaje con tantos barcos, que yo, que estaba en la playa ese día, creí que nos estaban invadiendo los argentinos y los peruanos al mismo tiempo, y me fui a la montaña, donde me encontré con Guillermo Teillier, que era encargado militar comunista, tú sabes, el que le dijo a la Chol que si no se modificaba el binominal ellos bajarían de la montaña, y por eso la Chol está apurada por modificarlo.

-Bueno, además Ricardo I compró una cantidad de trenes usados a la Renfe española, y eso nos permitió aliviarnos de otros mil o dos mil millones de dólares y hacer más llevadero el problema. Y con la ventaja de que los trenes usados españoles no funcionaron, así es que no contribuyeron al calentamiento global, cosa tan buena que seguramente determinó a las Naciones Unidas a premiar a Ricardo I y designarlo Capitán Planeta, rango que, obvio, lo pone por sobre las primarias y otras bajezas que discurren políticos locales envidiosos. Yo siempre dije que el gobierno de la Michelle nos haría extrañar a Ricardo I.

-¡Cuidado!, mira que ella hizo la Ley de Subcontratación, que ahora tiene al 45 por ciento del cobre paralizado, con lo que está consiguiendo que nos entren muchos menos dólares. Y también cierran salmoneras atacadas por subcontratados y exportan menos. Todo eso ha sido fantástico para lidiar con el exceso de dólares.

-Tienes razón. Y acuérdate de que también ella comenzó a repartir la píldora del día después, y eso hará que haya cada vez menos chilenos, "menos bocas", como dice Tompkins. ¿No crees que éste podría ser un país muy agradable sin tanto chileno?

-Por supuesto, y todo eso, mérito de la Michelle. A lo mejor, a ella también vamos a comenzar a extrañarla cuando vuelva
Ricardo I.

75 años del PS
Gonzalo Rojas Sánchez

Ya desde su fundación en abril de 1933el PS había señalado su adhesión al marxismo reconociendo a la lucha de clases como motor de la historia así como la necesidad de una dictadura del proletariado. En el Congreso partidario de l948 se había declarado marxista-leninista lo que mereció su inhabilitación en la Internacional Socialista. Podría argumentarse que tales definiciones no pasaban de ser teóricas pero no era así. En el XXI Congreso General Ordinario de junio de l965realizado en Linares Adonis Sepúlveda consiguió que se aprobara una tesis que incluía la "vía insurreccional "cuando el proceso social alcanzara su "madurez." Concretamente se afirmaba que "nuestra estrategia descarta de hecho la vía electoral como método para alcanzar nuestro objetivo de la toma del poder el partido tiene un objetivo y para alcanzarlo deberá usar los métodos y los medios que la lucha revolucionaria haga necesarios."

Poco después esa maduración parecía haberse dado ya que en el XXII Congreso General Ordinario realizado en Chillán en noviembre de l967un moderado como el Secretario General Aniceto Rodríguez planteaba la pronta "toma del poder" con la "violencia revolucionaria... inevitable y legítima "en un proceso que "nos lleva a la lucha armada." Entre otros aspectos se aprobaron las tesis: a) del Internacionalismo Proletario que incluía la aceptación de la Organización Latinoamericana de Solidaridad(OLAS) con sede en La Habana como Estado Mayor de la Revolución. Adicionalmente se sostenía que la Revolución Socialista Mundial debía estar dirigida por un Comando Unificado b) del Poder Popular el que a partir de la "democratización radical del Estado "iniciaría la construcción del socialismo mediante un poder paralelo al establecido a través de una Asamblea del Pueblo y con una amplia área de propiedad social (APS), c) del cierre de la "época de las revoluciones a medias "porque se estimaba que las revoluciones,"pacíficas democráticas nacionales o paternalistas habían fracasado." Cuba había demostrado "la viabilidad de la violencia revolucionaria". Por eso se consideraba conveniente que las masas fuesen "conducidas por intelectuales revolucionarios bajo dirección marxista" hasta que Chile se convirtiese en "parte de la revolución mundial."

Se agregó que "la violencia revolucionaria es inevitable y legítima (y) constituye la única vía que conduce a la toma del poder político y económico y a su ulterior defensa y fortalecimiento" en consecuencia el Congreso afirmó que "las formas pacíficas o legales de lucha no conducen por sí mismas al poder el PS las considera como instrumentos limitados de acción incorporados al proceso político que nos lleva a la lucha armada." En cuanto a los plazos el Congreso fue enfático para aclarar que "el Partido Socialista como organización marxista-leninista plantea la toma del poder como objetivo estratégico a cumplir por esta generación."

Sí la generación de los hombres de Allende la generación de los hombres de la subversión anti-pinochetista la generación que aún pervive en los carcamales del PS.


Qué majadería tener que recordar estas cosas qué anticuadas y olvidadas entre los cincuentones y qué increíbles para los de menos edad.

Por eso al leerlas ojalá nuestros jóvenes se pregunten: ¿y cuando los socialistas celebran como lo hicieron el sábado pasado también incluyen esta etapa de su historia?

Obvio y con mucho orgullo.



miércoles, 23 de abril de 2008

El «estilo Curepto»


El «estilo Curepto»
Gonzalo Vial


Los hechos son conocidos, pero conviene recordarlos brevemente. El 29 de febrero, la Presidenta inauguró el nuevo, flamante Hospital de Curepto. Fue un show, montaje o tongo, pues el local no estaba en condiciones de hospitalizar ni de intervenir a nadie —¡ni siquiera tenía permiso sanitario... aún no lo tiene!—, y por lo mismo no lo ocupaba ningún paciente. Las autoridades trajeron camas prestadas de Rancagua, e inventaron dos hospitalizados. Uno, funcionario del mismo establecimiento, se curaba en casa una infección de una pierna. Recibió la orden perentoria de internarse. La prensa lo inmortalizó con una foto: la Mandataria y él —muy arropado en su “lecho de enfermo”— sonreían al saludarse. La otra hospitalizada era una futura mamá.

Al día siguiente, se desarmó el show: la embarazada, a la maternidad del Hospital de Talca; el funcionario “enfermo”, a su casa; se devolvieron las camas...

Una denuncia destapó la olla. El intendente y el director de salud regionales han sido destituidos. No está claro quiénes más conocían la bochornosa verdad (aparte de los funcionarios del establecimiento). ¿La directora de programación de La Moneda? ¿La “avanzada presidencial” que visitó Curepto antes de la gira? ¿El subsecretario de redes de salud? ¿Qué importa? Es obvio que la Presidenta lo ignoraba, fue engañada por un hospital completo y la administración local. Habría podido pasarle a cualquiera.

Pero la pregunta clave es otra. ¿Cuál fue el motivo de esta charada? ¿Por qué sus propios colaboradores expusieron a la Mandataria a la posibilidad, en definitiva materializada, de este traspié? ¿Qué perseguían con ello? ¿Qué importancia tenía que un hospital mediano, para 10.000 habitantes, se inaugurara precisamente el 29 de febrero y precisamente por la Jefa del Estado, y no lo hiciera ella —o la ministra, si ella no pudiese— unas semanas después, cuando verdaderamente estuviera listo?

El hecho ha merecido muchos comentarios. Se lo ha comparado con las aldeas bellas pero falsas —simples pinturas de fachadas de casas, sobre bastimentos de madera— que Potemkin erigía al paso de su emperatriz, Catalina de todas las Rusias. El fundador de Chile Primero ha hablado del “estilo chanta” del episodio, estilo consistente —según él— en que nadie de categoría responde por lo sucedido (“El Mercurio”, 20 de abril).

Cabe que hayan existido en el show de Curepto elementos de adulo y engaño tipo Potemkin, y también, desde luego, de mucha irresponsabilidad. Pero no resuelven el misterio: ¿por qué, para qué se hizo?

Me parece que obedeció a una nueva forma de hacer política, que practican así el gobierno de turno como los partidos, todos los partidos, aunque, claro está, el primero dispone de más elementos para utilizarla. No es muy antigua, y la ha desatado la importancia del factor mediático, y especialmente de la TV, para influir en el público... y, por tanto, en los posibles votantes.

Es el verdadero «estilo Curepto», y su base es construir, empleando mil pequeños hechos “fabricados” por la propaganda (especialmente, insisto, la televisiva), una imagen positiva del político al cual se promueve.



Hay un desenfadado marqueteo de esa imagen, con acciones deliberadas, que se han discutido y resuelto de manera previa por expertos “asesores”, los cuales las han elaborado según las necesidades y propósitos del cliente: deben destacar las características suyas que se suponen positivas —ganadoras de votos—, y ocultar otras, presuntamente negativas. En países más sofisticados, se llega por semejante camino a que la “imagen” del político no coincida casi nada con su realidad. Ejemplo clásico, el de John Kennedy.

Es una construcción paciente, constante, detallada... e inescrupulosa por completo.

Algunos elementos muy importantes en la formación mediática y marquetera de la “imagen”, el «estilo Curepto»:

A) Las encuestas. El cliente debe ajustar su conducta política a las aprobaciones y a los rechazos del público que aquéllas marquen, no a lo que él opine respecto de las materias encuestadas. Si las encuestas son favorables al divorcio, por ejemplo, y el político (gobernante o no) le es contrario, no lo dirá, o lo dirá oscuramente o en tono menor, que casi no se escuche.

B) La “cuña”. Es la pregunta de falsa espontaneidad que el periodista contactado por los asesores de imagen hará al político o gobernante cliente, sobre una materia de actualidad, para dar pie a difundirse su respuesta.

C) La respuesta a la “cuña”. El político la ha recibido de los asesores, y memorizado. Debe ser breve e impactante, lo cual —por supuesto— casi siempre excluye que esa respuesta tenga real seriedad e importancia.

D) La solución instantánea. Planteado un problema público que haya surgido las últimas horas, aunque sea muy grave y complejo, los asesores deben proporcionar de inmediato al político-cliente una solución cualquiera, no importa si superficial o precipitada, para responder las interrogaciones periodísticas del caso. Esto hace, en el instante mismo, un impacto de ejecutividad y conocimientos, aunque después nada de lo anunciado se lleve a efecto, o se aplique por el mismo personaje una política distinta. Nadie, piensan los asesores, se acordará de lo dicho al comienzo.

Recuerdo, por ejemplo, que el año 2004 hubo una seguidilla de hechos de violencia al interior de escuelas, con uso de cuchillos y armas de fuego, y resultado de muertos y heridos. En horas, una municipalidad de gran población anunció que aplicaría un “plan norteamericano” de convivencia estudiantil. El ministro del ramo —adversario político del alcalde— le pisó los talones para declarar que el “plan norteamericano” era pura “pirotecnia”, pero que él también tenía uno, de la UNESCO, utilizado en Brasil y Argentina, y lo traería “lo más rápido posible”.

¿Se aplicaría cualquiera de tantos planes, en la realidad escolar, alguna vez? Probablemente no, pero sí se dio la “imagen” perseguida.


De la manera explicada, los gobernantes y políticos trabajan —y crean al efecto vastas máquinas publicitarias, que dirigen aquellos asesores—, no para realizar ideales ni planes de gobierno, sino para crearse “imagen”, que les proporcione votos, que les entregue el poder...

¡Tantos gobernantes latinoamericanos que accedieron a éste desplegando una “imagen” totalmente incompatible con la que se desprendería de sus hechos, una vez que hubiesen ganado el mando! ¿Quién se acuerda del enérgico rechazo al “modelo neoliberal” que presidió las campañas de los candidatos presidenciales Menem, Fujimori, Lula, etc.?

Es el «estilo Curepto». Una máquina a la cual no le importa nada el pueblo, ni su hospital, ni que éste se halle listo o no. Lo que importa es inaugurarlo como un elemento más —ni siquiera de mucha trascendencia— para armar y sostener la “imagen” de la Presidenta Bachelet que los asesores han predeterminado. ¿Faltan camas, enfermos, parturientas? Pues se traen de otra parte y —terminado el acto de propaganda— se devuelven...

La gira a Curepto, para los “asesores”, carece de objetivos reales. Es un acto mediático, de propaganda, de “imagen” que —en el planeamiento de ésta— EXIGE inaugurar un hospital... aunque NO EXISTA. ¡Les daría igual que Curepto mismo no existiese!

Y lo curioso —e indicativo del maligno contagio del «estilo Curepto»— es que allí había decenas de personas que, sin participar del fraude, sabían que se estaba cometiendo, y engañando e insultando a la Presidenta. ¡Pero ninguna habló!

Igual sucede con los demás políticos, de gobierno u opositores, salvo excepciones no muy numerosas. Cada partido, sus parlamentarios, sus jefes, trabajan atentos a la encuesta, a la entrevista, a la “cuña” de TV solicitada humildemente a un periodista para dar una respuesta que haga noticia... trabajan para la “imagen”.

Por eso cuesta distinguir las colectividades gobiernistas de las opositoras, y un político de otro. Por eso la opinión pública no califica a los gobernantes según sus ideas y realizaciones, sino según factores de “imagen”. ¿Es... “sencillo”... “cercano”... “creíble”... “paternal” (o “maternal”)? Estas cualidades hacen perdonar (parece) los peores desaciertos. Por eso tantos jóvenes se despreocupan de la política, no se inscriben, no votan, suscitando un clima de desprecio nihilista, similar al de los años 50 del siglo pasado.

El «estilo Curepto» puede ser inmejorable para ganar una elección y el poder. Pero es mortífero para la teoría y la práctica de la verdadera política.

¿QUE LES DIJE? Les dije que “a la pandilla (de la salud) no le importa nada”. No le importa el 2008 el fallo del Tribunal Constitucional sobre la píldora del día después, como no le importó el 2001 la sentencia de la Corte Suprema en el mismo tema.

La resolución de ahora dice que el Estado no puede repartir la píldora de marras, porque no está claro que sus efectos no sean abortivos, existiendo antecedentes y opiniones igualmente fuertes tanto en ese sentido como en el opuesto.

La pandilla y sus voceros de gobierno, en vez de acatar el fallo —y esperar se clarifique definitivamente el problema científico—, están promoviendo continúe el reparto prohibido, ahora a través de las municipalidades. Como si con ello el posible efecto abortivo, ilegal e inconstitucional, desapareciera o disminuyera, y como si las municipalidades no fuesen parte del Estado, igual que el Ministerio de Salud. Un “resquicio” imposible más débil, una hoja de parra transparente.

Pero ¿qué le da eso a la pandilla? Nada, nuevamente. Su esencia ideológica y totalitaria es hacer lo que quiere, sentándose en los tribunales. Nos esperan infinitos nuevos episodios de idéntico cinismo y desparpajo.

martes, 22 de abril de 2008

Dos excelentes comentarios


Una nueva Alianza
Raul Torrealba.


No cabe duda de que el panorama político está particularmente agitado. Sin embargo, ello obedece, más bien, a la conformación de una nueva oposición parlamentaria al Gobierno, que se extiende más allá de las fronteras de la Alianza por Chile. Oposición que, no está de más aclarar, el propio oficialismo fue incubando al interior de sus filas, al desoír las voces críticas que importantes de sus personeros levantaron frente al crítico manejo del aparato administrativo del Estado.

Si bien esta nueva oposición tiene diferencias con la Alianza, no es menos cierto que confluyen en aspectos esenciales. En efecto, ambas están conscientes de la necesidad de implementar una reingeniería al aparato del Estado y de sus agentes, destinada a dotar a nuestro país de una administración moderna, eficiente y profesionalizada. En lo posible, una gerencia y dirección pública lo más independiente que sea posible de la influencia de los partidos políticos, cualquiera sea el sector dominante, de modo de evitar se enquisten en los servicios y empresas públicas quienes no cuentan con la debida calificación para ello. En definitiva, evitar el manejo del poder como tradicionalmente se ha ejercido en Chile. Lo anterior dista mucho de ser un fundamento meramente instrumental. Constituye la esencia para garantizar la estabilidad del estado de derecho y la credibilidad de la cosa pública, hoy por hoy totalmente desprestigiada.

Como se ve, el camino a una nueva Alianza, más abierta a la tradicionalmente existente, debe trabajarse con mucha apertura de mente y generosidad hacia quienes queremos conformar una nueva alternativa. Implica repensar la nueva forma de ejercer el poder que queremos. Volver a nuestras raíces republicanas, reconociendo también errores de los que la Alianza, en algunos casos, no está exenta. Ceder posiciones y espacios sin que ello implique renunciar a los principios esenciales en los que creemos, a fin de no desperfilarnos en un mero referente electoral, en pos de alcanzar sólo el poder por el poder.

En las propuestas del senador Allamand, que van en el camino correcto, se enfatiza el tema de las primarias, con el que no concuerdo, porque se corre el peligro de generar una fuente de diferenciación y polarización de las posiciones, difíciles de concordar una vez finalizadas aquéllas. Un proceso de selección como ése requiere previamente de una experiencia política común que sólo da el transcurso del tiempo. Además, dado el alto posicionamiento de que goza Sebastián Piñera, parece razonable que cualquier acuerdo con los sectores que históricamente fueron contrarios a la Alianza sea sobre la base de esa realidad política. Desaprovechar el camino recorrido por Sebastián sólo contribuye a debilitar nuestro principal liderazgo y a conceder una ventaja a la Concertación, la que hoy, por primera vez en muchos años, carece de un liderazgo fuerte y definido.

Las elecciones municipales debieran ser el primer ejemplo de aquel acercamiento. Queda poco tiempo para ellas, de modo que se requiere mucha voluntad de ambas partes para dar al electorado señales de una Alianza amplia y plural con reales posibilidades de obtener un triunfo, y establecer un sólido pacto electoral entre la Alianza, el Partido Regionalista, ChilePrimero y los llamados «colorines».


¿Qué esperar de la intervención cambiaria?
José Ramón Valente


Después de meses de discusión acerca de la necesidad de que el Banco Central interviniera el mercado cambiario; de la efectividad o inefectividad que podría tener la intervención, y de las mejores o más efectivas formas de intervenir, finalmente el día 10 el Banco Central emitió un comunicado, en el cual informó acerca de su decisión de intervenir el mercado cambiario.

En específico, el comunicado presenta el porqué y el cómo de la intervención.

El “cómo” es a través de la compra de divisas para incrementar el stock de reservas internacionales en US$ 8000 millones. En específico, se anuncia un programa de adquisición de reservas, cuya primera parte comienza el 14 de abril hasta el 9 de mayo, y consiste en compras diarias de divisas en torno a US$ 50 millones.

Quizás menos difundido por la prensa, pero, en mi opinión, mucho más importante que el “cómo”, es el “porqué”.

El Banco Central entrega una visión catastrófica de lo que está pasando en los mercados internacionales, dando a conocer que, de acuerdo a la información que ellos manejan, existe una alta probabilidad que la crisis que vive el sector financiero internacional afecte el mercado chileno. De hacerse efectivo este escenario, las autoridades monetarias podrían necesitar de mayor liquidez para enfrentar un posible ataque especulativo frente al peso chileno, tal como sucedió el año 1998, en plena crisis asiática. Es por esto que, anticipándose a este posible escenario, el Banco Central decide incrementar sus reservas internacionales.

Adicionalmente, la autoridad monetaria advierte que, aun habiendo pasado las turbulencias, el nivel actual del tipo de cambio es menor del que prevalecerá en el futuro, y por tanto, dado que el tipo de cambio está bajo, están haciendo un buen negocio al comprar divisas a un precio menor.

¿Qué esperar de la intervención?

El efecto final que tenga la intervención dependerá finalmente de cuánto comparte el mercado la visión de la autoridad, y cuál es la capacidad de convencer a los agentes, respecto de lo que el Central vislumbra como escenario futuro.

En la medida en que el Central convenza a más y más agentes de mercado de que existen problemas muy importantes en los mercados internacionales y que el riesgo de contagio es considerable, entonces el tipo de cambio seguirá incrementándose, sin siquiera tener que comprar más divisas.

No obstante, si el mercado no cree en la visión del Central, entonces no importa cuánto decida incrementar sus reservas, pues en un mercado financiero mundial integrado, donde la capacidad de demandar y ofrecer divisas es muy superior a la capacidad del Banco Central, éste no será capaz de afectar con sus compras el valor que el resto de los agentes cree que corresponde al equilibrio entre peso chileno y dólar norteamericano.

De hecho, sólo el que el tipo de cambio tenga un valor menor a lo que la autoridad considera como de equilibrio, implica que los agentes tienen una visión distinta —probablemente más optimista— acerca de la evolución de la economía mundial y sus efectos sobre la economía chilena.

Hasta ahora la medida del Central ha sido relativamente convincente —el tipo de cambio ha tenido una pequeña alza—, pero el precio actual de la divisa refleja que falta bastante para convencer a la totalidad de los agentes acerca de la visión de la autoridad.

En mi opinión, la visión del Central es acertada. Los riesgos de la economía mundial son muy altos y existe una muy alta probabilidad que los mercados emergentes se contagien, aunque el contagio sea con rezago. Por tanto, en la medida en que las cifras de actividad y premios por riesgo en el mundo empiecen a reflejar la verdadera situación, y por tanto, en la medida en que los agentes se empiecen a convencer de esta situación, nuestro tipo de cambio comenzará a subir. Pero mi opinión y la del Central contrastan con la de muchos otros analistas e inversionistas, sobre todo los internacionales, que ven con optimismo el futuro cercano de los países emergentes y en especial el de los que como Chile son exportadores de commodities.

domingo, 20 de abril de 2008

Jueces ¿Leyes?

Jueces ¿Leyes? no se trata de buscar culpables
hay que corregir las inequidades.

Sentimos que nuestro sistema de Justicia está haciendo agua por todos lados sea por modificaciones de organización, o de sistemas judiciales, por una aguda crisis moral o simplemente porque hay estamentos de ese poder del Estado que han perdido las capacidades necesarias para ejercer estas funciones tan delicadas.

Así, somos a diario testigos de que la policía detiene permanente y reiteradamente a los mismos delincuentes, los que por distintos “vericuetos” del sistema, Leyes especialmente permisivas, derechos desiguales para el criminal que para las víctimas o Jueces que no las aplican con el debido rigor, los malhechores simplemente quedan libres.

Eso sin contar con la arista, que cada vez aparece con más frecuencia de altos niveles de corrupción en los juzgados, que permite que los mafiosos obtengan los beneficios de una manera fraudulenta, lo que sin duda desprestigia de manera más acelerada a un sistema que ya es bastante cuestionado por la ciudadanía.

Juzgados banalizados, leyes reblandecidas, jueces atemorizados o negándose a cumplir con sus deberes, no son precisamente motivos de tranquilidad para una sociedad que está siendo acosada por pandillas que se han adueñado de los espacios públicos, mientras los honestos deben recluirse, tras las rejas, en sus propios hogares.

Es cierto, se usa mucho como defensa, que los tribunales están colapsados, básicamente porque la incapacidad de nuestros gobernantes sub-dimensionó la carga que llegaría con la aplicación de las nuevas normativas procesales, pero, claro esto no implica que sea tolerable la corrupción ni el abandono de deberes.

Tenemos un importante sector ciudadano, los uniformados y civiles que trabajaron con el Gobierno Militar que están siendo miserablemente acosados por los tribunales, que se convierten en cómplices de la vendetta roja que nunca perdonará a aquellos que tuvieron la osadía de oponerse a sus designios.

A estos “parias” de la sociedad se les inventan delitos, como el secuestro permanente, se les aplica tratados no ratificados por Chile, es decir no vigentes, se les niega la aplicación de la Ley de Amnistía, que favoreció a todos los del otro lado, no se les aplican las prescripciones y tienen serios problemas para que se les considere las atenuantes.

Nosotros creemos que esta situación de injusticia es intolerable sobre todo si consideramos que al momento en que este grupo es “perseguido” por el Estado, ese mismo Estado no se priva en felicitaciones y “regalos” a aquellos que provocaron el golpe de Estado de Septiembre de 1973.

Esta aberrante situación debe terminar de inmediato, pues la mantención de las injusticias solo nos puede asegurar que más temprano que tarde todos los demás caeremos con la aplicación sistemática de ilegalidades e irracionalidades disfrazadas con las vestimentas de la legalidad.

Este sistema no es novedoso en el mundo, ha sido utilizado por todas las dictaduras totalitarias, como la Nazista o las comunistas, que con las formalidades de un sistema legal prostituido y dominado por ellos simplemente exterminaron a sus adversarios o a aquellos que tuvieron la osadía de disentir.

sábado, 19 de abril de 2008

Situación migratoria de Douglas Tompkins

Situación migratoria de Douglas Tompkins
Antonio Horvath Kiss, Senador.

En declaraciones realizadas el domingo último, el subsecretario del Interior manifestó la necesidad de que Douglas Tompkins sincere su situación migratoria, además de aclarar el origen y destino de las millonarias donaciones que ha recibido e ingresado al país. Ante esto, la enérgica y predecible reacción de sus beneficiarios no se ha hecho esperar: sostienen que Tompkins es la inocente víctima de una persecución xenófoba y arbitraria, fundada en un rechazo a sus profundas convicciones ecológicas. Sin embargo, la realidad es que la reacción de la autoridad en esta materia no se funda en las opiniones del empresario, sino que en sus conductas.

Cabe recordar que Tompkins ha logrado ingresar al país desde hace más de una década cuantiosos recursos, los cuales le han permitido adquirir gran parte de la Provincia de Palena y del resto de nuestro sur austral, existiendo graves denuncias en esta materia sobre la compra abusiva de terrenos a colonos empobrecidos, las cuales tampoco se encuentran aclaradas al día de hoy.

A lo anterior se suma el hecho inédito de que un ciudadano con visa de turista haya negociado de igual a igual con el Gobierno acuerdos que concluyeron con la donación realizada por el Estado de Chile de miles de hectáreas de terrenos fiscales a una fundación controlada por el propio Tompkins. Además, el magnate ha incumplido en forma reiterada con los compromisos que asumió con los gobiernos de los presidentes Frei y Lagos, en cuanto a no seguir realizando compras masivas al interior de nuestro país, continuando con tales adquisiciones a través de fundaciones relacionadas con él y con su esposa.

Como si todo lo anterior fuera poco, el señor Tompkins se ha permitido obstaculizar las labores realizadas en terreno por el Cuerpo Militar del Trabajo vinculadas con el avance de la continuación terrestre y sin transbordadores del camino austral, a partir de un trazado fijado por el Estado y respecto del cual el magnate se opone fervientemente, todo esto en contra de la opinión mayoritaria de los habitantes de Aisén y Palena, quienes deben sufrir graves condiciones de aislamiento a las que el empresario no se encuentra sometido. Tompkins pretende condenar a los pobladores de la Zona Austral a una condición de isla proponiendo un camino con dos transbordos en las partes más expuestas de los fiordos Comau y Reñihué o a un paso más largo y dificultoso por la Argentina con el fin de sacar el camino existente de su parque. La experiencia de la construcción del camino austral ha demostrado la factibilidad técnica y económica de sortear sectores de acantilados y beneficiar las áreas protegidas como es el caso del Parque Nacional Queulat.

Como se puede apreciar, son estos hechos los que justifican la solicitud del subsecretario del Interior, la cual, lejos de constituir una amenaza, es otro privilegio que se le entrega al señor Tompkins, al dársele un nuevo plazo para que regularice una situación que debió estar aclarada desde hace años.

Fueron precisamente estas múltiples y reiteradas infracciones a nuestra legislación de extranjería las que en septiembre de 2006 le hice presente en una carta entregada al ex ministro de Interior Belisario Velasco, donde le solicité que aplicara derechamente la ley y cancelara la visa de turista de Tompkins, quien ha ingresado continuamente al país desde hace 14 años con la finalidad de realizar actividades que van mucho más allá de simples visitas temporales y recreativas.

De esta forma, son hechos concretos los que justifican la petición del subsecretario, y no las cuestionables opiniones del señor Tompkins en contra de la construcción de un camino que una de manera continua a Palena y a Aisén con el resto del país, ni sus amenazas de instrumentalizar los procesos de indemnización por la expropiación de terrenos de su parque a fin de impedir que se concrete la construcción de dicho camino, ni sus declaraciones en contra de cualquier actividad salmonera en el futuro cercano, ni su oposición a todo proyecto de generación hidroeléctrica que se pueda realizar en Aisén.

En todo caso, desde ya adelanto que Tompkins muy probablemente no aprovechará esta nueva oportunidad, ya que de dar a conocer de manera completa y transparente el origen y destino real de los dineros que ha ingresado a nuestro país, no sólo quedaría expuesta su red de influencias, sino que además se constataría que sus actividades e intereses van mucho más allá de la supuesta filantropía ambiental con la que pretende hacer viable su voluntad de imponer por todos los medios posibles un modelo de desarrollo que excluye a los habitantes de nuestro sur austral.


viernes, 18 de abril de 2008

Dos gladiadores de la defensa de Chile.....


Hermógenes Pérez de Arce y Sergio Melnick son dos chilenos de fuste, dos cerebros extraordinarios y dos verdaderos gladiadores en la lucha por defender a Chile y los valores tradicionales.

Debemos soportarnos mutuamente
Hermógenes Pérez de Arce.


La sempiterna discusión en Chile es entre los que respetamos las reglas y los que las transgreden.

¿Qué son las reglas? Son las leyes, el orden público, la moral y las buenas costumbres, por supuesto. Nosotros, siempre defendiéndolas; ellos, siempre urdiendo el modo de atropellarlas o atropellándolas directamente. Y así convivimos. O malvivimos.

Socialistas y comunistas atropellaron las leyes entre los años 70 y 73, así es que quienes las respetábamos, con la DC, llamamos a los militares (Acuerdo de la Cámara). Éstos arreglaron el país y lo devolvieron me-jorado. Pero entonces la DC se cambió de bando y se alió con aquéllos. Ganaron el poder y atropellaron las leyes (carta de Aylwin a la Suprema para desconocer la Ley de Amnistía). Militares ilegalmente procesados. Sus camaradas les dan la espalda. Caídos tras las líneas enemigas. Ya.

Fue peor para las leyes, el orden público, la moral y las buenas costumbres. Ahora distribuyen píldoras para que pueda haber sexo sin responsabilidad. ¿Embrión de por medio? Peor para él. Pero eso es antinatura. Dios -o la Naturaleza, para los agnósticos- ha hecho que el sexo sea con "accountability". El Tribunal Constitucional, entonces, llama al orden. Hay vidas en juego. Pero no, ellos quieren sexo sin "accountability". Les molesta el TC. De nuevo, rompen las reglas. Y, lo peor, con las encuestas a favor. La democracia puede ser atroz. Recuérdese la mayoría aplastante que eligió liberar a Barrabás y crucificar a Cristo. Por eso, unos pocos preferimos la "democracia protegida". La mayoría no puede hacer cualquier cosa. Pero aquí ya la hace.

Así, bajo sus gobiernos se extingue el matrimonio, y el 62 por ciento nace fuera de él. La familia normal ya es una rareza. La juventud sin hogar lanza piedras por todo, se droga, roba. Y quieren que el matrimonio, desaparecido de hecho, desaparezca también de derecho. Quieren cambiar la definición del Código Civil, para que no mencione "un hombre y una mujer", "procrear" ni "por toda la vida". Quieren que dos hombres o dos mujeres puedan ser matrimonio. ¿Para qué, si ya casi nadie se casa? ¿Qué sentido tiene? Van a ser casi los únicos matrimonios. Están locos.

¡Y cómo rompen las reglas tratándose de plata! En el Ministerio de Educación todavía no pueden "conciliar" el 2004. "Conciliar" quiere decir que la plata ingresada debe estar en una cuenta corriente. Pero no está. Como decía el huaso frente a un balance: "Aquí dice 'Debe - Haber', pero no hay ná". Tampoco quieren "accountability".

Y a Camilo Escalona le preguntan por qué su jefa de gabinete, Karina Talcan, que trabaja para él en Santiago, recibe del Registro Civil 625 mil pesos mensuales por estudiar las comunidades mapuches en el sur. Él contesta que su secretaria se llama Shirley Reyes y llega a las 8. Lo mismo que cuando al senador socialista Naranjo le preguntaron por una asignación que cobraba su señora, y él preguntó: "¿Mi señora, en qué sentido?". Son así.

¿Cómo hacerlos respetar las reglas? Lo malo es que dominan los poderes Ejecutivo y Judicial, pues el Legislativo parecen estarlo perdiendo. Es que en los momentos críticos la DC, o una parte de ella, se cambia de bando, para bien o para mal. Como dijo Juan de Dios Carmona, ella "echó a los comunistas con ayuda de los militares, y a los militares con la ayuda de los comunistas".

En fin, es el país que tenemos. Debemos convivir con los que rompen las reglas y con los que se cambian de bando. Y soportarnos mutuamente y por toda la vida, como dice el Código Civil. ¡Qué le vamos a hacer! No hemos nacido para ser felices.

Una gran catarsis nacional
Sergio Melnick


Lo mejor y lo peor de la sociedad chilena ha emergido en este acontecimiento histórico. El caso Provoste ha sido una enorme catarsis nacional. Por primera vez en 18 años, todos han dicho lo que realmente piensan, y ha sido muy fuerte. Algunas caretas han caído. Algunos que parecían moderados, no lo eran. Necesitábamos un buen mechoneo, para poder empezar a ser más amigos que antes. El diario “La Nación” mostró la hilacha. Ahora existen tres bloques en el Congreso. El nuevo bloque “independiente” es de 4 senadores, equivale a una fuerza del 10% y es variopinto: 2 ex PPD, un ex DC y un ex RN. Curiosamente, al Gobierno le indigna la votación en bloque, pero sólo de los otros, no la propia. Y la mayoría de las intervenciones de la Concertación fueron políticas, no legales, que es justo lo que imputaban a la oposición.

La acusación fue una seria advertencia, más que a la ministra, a la Concertación. Complaciente en exceso frente a la negligencia y mala gestión, los continuos nombramientos sin competencias claras en cargos críticos, el aumento de los casos de faltas a la probidad, y la decisión de mantener a Traverso, contra la opinión del propio comité político y la Contraloría. Detrás de esta acusación, sin duda pesan los transantiagos, EFEs, MOP GATEs, jarrones, la delincuencia, Chiledeportes, gendarmerías, registros civiles, cárceles, inflación, sobresueldos, aviones que no sirven, y sigue y suma.

Las verdades personales han re-emergido. Los llantos reprimidos y liberadores finalmente salieron. Una parte de la izquierda, al parecer, no se ha renovado. Las palabras, el tono perturbado, la vehemencia y las descalificaciones de Escalona son una película del 73. Los dichos de Girardi, con una mirada a los años 60 o antes, reivindicando un gran Estado benefactor, grasoso, lento, caldo de corrupción, fueron increíbles. Sobre todo después del anuncio de Pérez Yoma. El senador Navarro dice que votará en contra de la ley de Educación en proceso, desmarcándose una vez más de la Concertación. Curiosamente, se pregunta por qué han perdido la mayoría en el Congreso.

Las palabras cargadas sobraban. Se habló de “patriotas”. Se usó el concepto de “muerte política”. Ominami reclama la existencia de una falla estructural del sistema presidencial. Sostiene que el resultado estaba predeterminado antes del alegato. Si eso es así, vale entonces para ambos lados, ¿o no? No es muy coherente. En ese revoltijo, Flores estuvo notable, mostró gran altura, puso el dedo en la llaga, el de asumir las responsabilidades, y Vidal, odiosillo como siempre.

Creo que esta catarsis ha sido muy buena para todos. Fue un desahogo necesario, de silencios que estaban intoxicando, de cuentas y rabias guardadas. La Alianza sabía que la acusación estaba en el límite, y la Concertación, que la ministra no estaba en el cargo apropiado. Esta catarsis es un gran signo de transparencia y salud mental: muy necesario. El resultado va a ser bueno.

De alguna manera, éste fue un gran juicio, “republicano” como lo pidió la misma ministra. La Concertación hizo una defensa cerrada, y por cierto política, de un símbolo de su sobrevivencia. Un juicio doloroso porque tocó heridas no cerradas del pasado: muchos ministros de Allende fueron igualmente removidos. Doloroso también porque simboliza el inicio de la pérdida del poder, de la caída inevitable. Una izquierda herida porque no ha logrado avanzar en su agenda profunda. Una DC que no es escuchada por sus aliados. Una derecha que empieza a entender la importancia de abrir al abanico. Se acabaron, por ahora, las mayorías que bloqueaban la fiscalización. El Gobierno debe cambiar rumbos.

Este juicio marcará un hito. ¿Cambiarán los ejes del poder? ¿Es sólo circunstancial la mayoría? ¿Se habrá iniciado una nueva transición? ¿Puede la DC seguir con esos socios? ¿Se amplía la Alianza como propone Allamand? ¿Se está polarizando nuevamente el país?

No sabemos, el tiempo lo dirá.

Yo creo que lo único claro que ha ocurrido es la catarsis y el desahogo personal de todos los actores. Una buena rabieta colectiva. Todos tenían buenos argumentos, pero unos eran mejores. Todo se habrá olvidado en cuatro semanas. Lo único realmente importante ahora es la educación. Que se nombre un nuevo ministro de gran calibre, respetado por todos. Es tiempo de rectificar los errores, mirar adelante, y recuperar el tiempo perdido. El resultado final dependerá de la actitud de la Presidenta. Yo tengo total convicción de que escuchará menos a Vidal, y actuará con la grandeza que requiere su cargo.

¿A qué precio?



¿A qué precio?
Gonzalo Rojas Sánchez



Las candidaturas a cargos de elección popular suelen tragarse el largo plazo con sus urgencias de corto alcance.

Psicológicamente eso es explicable: el candidato tiene en mente una fecha fija, y por eso, toda su acción apunta al día aquél en el que los votantes decidirán su suerte. Pero políticamente su error imperdonable es olvidar que una vez electo tendrá que ejercer un cargo, que así como los días se acortan antes de la elección (y no va quedando tiempo para esto o para lo otro) se alargarán desde el momento mismo en que sea electo (y habrá que meter más y mejores acciones, que deberán ser realizadas, precisamente porque para eso se fue electo).

Para eso se fue electo. El problema es que muchos candidatos no saben para qué debieran ser electos o, en el mejor de los casos, solo atisban ideas generales sobre el bien y el mal para guiar su acción en el cargo. El "¿y para qué voy a ganar?," es una pregunta muchas veces suprimida por el propio candidato; otras veces es descalificada por quienes parecen entender depolítica, pero sólo saben de manipulaciones del poder.

Andrés Allamand le pide a la Alianza "admitir grados de diversidad mucho más amplios que los habituales" porque "históricamente la centroderecha muestra ineptitud para gestar alianzas, en parte porque maneja mal el valor político de la diversidad".

¿Qué contenido tiene ese valor? ¿Da lo mismo el polo colorín-corrector que el polo liberal-ortodoxo en Economía? Para las libertades de los chilenos, ¿conviene esa eventual diversidad? A los empresarios y trabajadores, ¿les daría lo mismo uno que otro enfoque? Incluso más, ¿sería posible que durasen un tiempo razonable gobernando juntos quienes valoran al mercado y a los agentes económicos de modos tan diversos?

Y más importante aún: ¿Da lo mismo el polo agnóstico-liberal, que la mirada tradicional-conservadora, en temas de dignidad humana? Para la vida, la familia, la libertad de enseñanza, y la salud moral en general (eso existe, no es una entelequia) ¿son aceptables el aborto, el divorcio, la eutanasia, y la manipulación de los jóvenes como signos de diversidad?

Cuando Allamand afirma que "en política hay un trade off entre afinidad y amplitud" y que "si se trata de que todos piensen igual, hay que pagar el precio de perpetuarse como minoría," suena ganador, pero ¿a qué transacciones se refiere? ¿Que estaría él dispuesto a entregar y qué pediría a cambio? Vamos concretando, porque si no, estamos en la pura manipulación semántica.

Y como no se trata solo de contenidos programáticos, sino también de personas, de candidatos de carne y hueso (con alma, vaya) más en concreto aún, ¿para qué de la Maza en Las Condes? ¿Para qué Schaulsohn en Santiago? ¿Para qué Hasbún en Estación Central?

¿No será esto lo único que corresponde preguntarse al momento de plantearse candidaturas y combinaciones electorales? ¿O es el gobierno a cualquier precio lo que interesa? ¿Y, entonces, dónde queda lo único que importa: hacer el bien?

miércoles, 16 de abril de 2008

Más consideraciones sobre un fallo que no se conoce

Más consideraciones sobre un fallo que no se conoce

El fallo del Tribunal Constitucional sobre la “píldora del día después” todavía no es conocido... pero ya despierta muchas reacciones extrañas, difíciles de entender racionalmente.

Se pierden de vista ciertos hechos simples, y de allí provienen tales irracionalidades. En efecto:

1. Hoy, en Chile, no está permitido ningún tipo de aborto provocado. Algunos, interpretando de modo absurdo la Constitución, creen que una simple ley podría autorizarlo. Es (veremos) una insensatez, pero aún aceptándola, esa ley no existe, así que volvemos a lo dicho: la actual y absoluta prohibición del aborto conforme a la Carta Fundamental.

2. Existe una controversia sobre si la píldora del día después puede o no ser abortiva. Negar la realidad de esa controversia, es negar la luz del sol. Negar que en cada una de las posturas opuestas hay científicos e instituciones respetables, que aducen hechos y razones de peso, es un extremo de apasionamiento.

3. Si existe una sospecha razonable de que la píldora pueda ser abortiva, la resolución administrativa que promueve o permite su circulación es inconstitucional.

4. La declaración de inconstitucionalidad corresponde al Tribunal Constitucional. Su composición, atribuciones y reglas de funcionamiento son las que establece la Carta Fundamental. El texto respectivo pertenece a la «Constitución de Lagos» (antes, de Pinochet). Y en este caso así es, efectivamente ¡algo de que no se pueda culpar a Mi General! Porque ese texto es completamente distinto del primitivo, y fue acordado por Gobierno y Oposición en la reforma constitucional «de Lagos», el año 2005. Una de las materias en que la reforma amplió considerablemente las facultades del Tribunal, fue la relativa a declarar la inconstitucionalidad de resoluciones administrativas.

5. Otra norma del Tribunal, ésta existente desde siempre —y es imposible concebir que pudiera ser distinta— es aquella según la cual sus resoluciones no pueden ser objeto de recurso alguno, salvo para corregir errores de hecho.

6. Todos los actuales miembros del Tribunal fueron propuestos por algún Presidente de la Concertación, y los aprobó el Senado con mayoría transversal, gobiernista/opositora.

Con estos puntos a la vista, repasemos las reacciones contrarias al fallo:

A) Ninguna de las personas que lo critica levantó su voz cuando la Corte Suprema, hace siete años, declaró lo mismo que hoy declara el Tribunal Constitucional, y el Gobierno, saltándose olímpicamente lo resuelto, siguió haciendo circular la píldora del día después, mediante el sencillo procedimiento de cambiarle de nombre, de Postinor 2 a Postinol.

Así, pues, el récord mundial de tupé lo bate la ministra de Salud cuando, a propósito del fallo del Tribunal Constitucional, dice: “Lo que no logro entender es a LOS PERSONEROS PUBLICOS QUE TRATAN DE IMPONER SU VISION EN POLITICAS PUBLICAS QUE SON PARA TODOS” (El Mercurio, 13 de abril). ¡Oír estas palabras a una integrante calificada de la “pandilla” (véase mi columna anterior), que durante decenios ha hecho y deshecho en materia de políticas reproductivas desde el Ministerio de Salud, sin preguntarle nada a nadie, sin hacerle caso ni siquiera a la Corte Suprema...! El papel lo aguanta todo.

B) Por la misma línea, un columnista de El Mercurio (7 de abril) sienta la tesis de que “la responsabilidad por la salud humana es del Ministerio de Salud”, y que el Tribunal Constitucional, “en vez de prohibir, suplantando a la autoridad sanitaria”, debería “RESPETAR LA DISTRIBUCION DE COMPETENCIAS, DEJANDO QUE ELLA DECIDA”.

Se propone, pues, la sacralización, la beatificación de la “pandilla”. Unos pocos burócratas anónimos, y no el Tribunal Constitucional, resolverán si un medicamento es o no abortivo, y las respectivas consecuencias jurídicas.

C) Otra argumentación muy repetida es la “inequidad” de que las mujeres ricas puedan comprar la píldora, y las pobres no la reciban regalada. “Indecente”, lo llama el vocero oficial del Gobierno (La Segunda, 7 de abril).

Este es un “indecente” volador de luces. Pues si el fallo declara que el Estado no debe repartir la píldora en atención a su carácter posiblemente abortivo, un gobierno sensato y respetuoso de la justicia LE RETIRARA SU CARACTER DE FARMACO DE VENTA PERMITIDA, a ricos o pobres. Con lo cual, mediante la simple y sincera obediencia a las sentencias judiciales, en letra y espíritu, cesarán las lágrimas de cocodrilo sobre inequidad.

Por otra parte, si una mujer rica comete el delito de aborto, pagando... ¿lo equitativo es que la mujer pobre pueda hacer lo mismo, gratis? ¿Qué tontera es ésta?

D) Como anticipaba, algunos interpretan la frase de la Constitución: “La ley protege la vida del que está por nacer”, en el sentido que una ley puede permitir el aborto (CUALQUIER aborto... ¿dónde y a qué título se establecería el límite?). Aducen razones de historia —¡la historia pinochetista! ¿en qué estarán pensando?— de la norma transcrita, y la circunstancia de que la garantía constitucional del derecho a la vida no haya incluido, expresamente, la del que está por nacer. Pontifican doctamente sobre esto variopintos profesores de Derecho Constitucional en las cartas a El Mercurio.

Nada más indicativo del agotamiento irreversible de nuestro positivismo jurídico, que estas elucubraciones. Recuerdan a los escolásticos de la decadencia, discutiendo cuántos ángeles cabían en la punta de un alfiler. Dan ganas de llorar.

Pues, de creerles a estos caballeros, “protegería la vida del que está por nacer” —sería conforme a la Constitución— una ley QUE AUTORIZARA DARLE MUERTE, en las circunstancias A o B. ¡Y no se hace ni amago de justificar el contrasentido... “proteger la vida” matando al “protegido”! ¿Qué estarán enseñando a sus alumnos, las Escuelas de Derecho?

E) Otro tema de innumerables y eruditas cartas a El Mercurio ha sido la posible inhabilidad de un miembro del tribunal para fallar, por haber expresado opinión anterior de una manera que, supuestamente, incidiría en la sentencia.

Dos miembros del tribunal tuvieron la duda y la plantearon. Uno de ellos estimó hallarse en efecto inhabilitado, marginándose del caso motu proprio. El otro, consideró no haber incurrido en la inhabilidad, y la entregó a la resolución del tribunal. Este, ejercitando sus facultades, la estudió y rechazó. Todo ello, ajustado a las normas que lo rigen.

Se critica al ministro que no se inhabilitó. Es difícil entender la censura, sino por el apasionamiento alrededor del tema y el fallo. Si el ministro no se juzgaba inhabilitado, ¿por qué había de declararse tal? ¿Por qué había de seguir el camino de su compañero que se marginó, si no lo creía procedente? Si el tribunal pensaba no existir la inhabilidad, ¿por qué había de acogerla? ¿Qué motivo, sino la mala voluntad e irritación, puede conducir a pensar que el ministro se consideraba inhabilitado, y también el tribunal así lo creía, pero ni aquél ni éste actuaron de buena fe al no aceptar la inhabilitación?

F) El rector-columnista de El Mercurio (13 de abril) se ha visto conmovido por el fallo. “Llega entonces la hora de las mayorías —hace resonar su clarín—. No de la mayoría del tribunal, sino la mayoría de veras: la de los ciudadanos adultos que deben deliberar (para eso existe el Congreso) acerca de cómo distribuir los riesgos e incertidumbres de la vida humana”.

No entiendo por qué la mayoría de un tribunal superior, constituida conforme a la ley y fallando según sus atribuciones, no es “mayoría de veras”. Aparte esta duda, me felicito de hallarme perfectamente de acuerdo con el rector-columnista. Pero siempre he estado en esa posición, y él no. Porque siempre he reclamado que la “pandilla” del Ministerio de Salud decida “cómo distribuir los riesgos e incertidumbres de la vida humana” sin preguntarle a nadie... ni al Congreso. Ahora tengo un aliado, un converso. Ha visto la luz con el fallo del Tribunal Constitucional: ESTAS POLITICAS PUBLICAS DEBEN DISCUTIRSE Y RESOLVERSE PUBLICAMENTE Y NO ENTRE CUATRO PAREDES POR LA INEFABLE «PANDILLA». Lástima que mi flamante aliado no se haya convertido hace siete años, cuando la “pandilla” se sentó en el fallo de la Corte Suprema, y no haya reclamado entonces “la hora de las mayorías”.

lunes, 14 de abril de 2008

El turista Tompkins

El turista Tompkins
Cristina Bitar

Si hay un rasgo que ha caracterizado a Chile durante su historia, ése es su apertura a recibir e integrar a los inmigrantes. La canción «Si vas para Chile» es un muy buen reflejo de esta cultura acogedora. Desde el extremo sur de nuestro país, encontramos colonias importantes de descendientes de croatas, alemanes, españoles, árabes, italianos, judíos y, recientemente, una numerosa colonia de peruanos se ha sumado a los miles de extranjeros que han buscado en esta tierra un horizonte mejor para sus hijos. Todas estas colonias tienen en común la forma en que han retribuido la generosidad del pueblo chileno, integrándose y enriqueciendo a la nación con su aporte cultural, su trabajo y sus tradiciones.

Somos miles y miles los descendientes de todos esos inmigrantes que hoy somos profundamente chilenos. El mérito de ello es, sin duda, de nuestros antepasados, que cortaron amarras y enfrentaron su inmigración con un espíritu positivo de entrega. La inmensa mayoría de ellos, por no decir la totalidad, no trajo riquezas: las generó aquí con su trabajo; nunca pidieron privilegios ni menos buscaron de ninguna forma eludir las obligaciones de cualquier chileno. Ninguno vino a dar lecciones; al contrario, con humildad aprendieron a ser chilenos, conociendo, entendiendo y luego queriendo nuestra cultura, que asumieron como propia.

Por todo esto es que resulta tan irritante y hasta ofensivo el saber que Douglas Tompkins —un ciudadano norteamericano que se ha permitido opinar sobre nuestro país, sobre nuestras autoridades y nuestras leyes, y que reiteradamente ha hecho esfuerzos por sacar de sus tierras a humildes compatriotas, cuya presencia molesta a su ideología ecologista— permanece en nuestro país en calidad de turista, sin pagar impuestos, a pesar de tener propiedades, casas y vivir acá hace más de una década.

Parece evidente que el señor Tompkins no tiene ningún afecto por Chile ni los chilenos, no llegó aquí para integrarse y no se siente parte de este país en forma alguna. No se trata de pedirle que se sienta chileno, pero después de los años que lleva acá, de la forma en que se ha relacionado con nuestras autoridades, al menos se le puede pedir que tramite una visa de residente y no siga como cualquier turista que viene a pescar al sur de Chile por una o dos semanas.

Los derechos hay que ganárselos. El señor Tompkins ha ido mucho más allá de lo que podemos denominar libertad de expresión para cualquier chileno o extranjero. Por eso tiene razón el subsecretario del Interior, Felipe Harboe, cuando le dice que, si quiere seguir opinando y siendo un actor público en Chile, debiera partir por sincerar su situación migratoria y obtener una visa temporal o de residente. A partir de ahí podría ejercer derechos, criticar e, incluso, después de unos años podría votar en las elecciones de nuestro país.

Pero sospecho que el señor Tompkins no pretende eso: Chile no le interesa ni le agrada. Al contrario, toda su ideología apunta a dejarnos en el subdesarrollo; todo lo que significa progreso para los chilenos molesta a su visión de una naturaleza que está por sobre los seres humanos.

El Gobierno no puede dejar que el señor Tompkins siga violando abiertamente el espíritu de nuestra ley migratoria, y si él quiere seguir siendo turista, que se comporte como tal y se le apliquen estrictamente todas las restricciones que se aplican a cualquier visitante. Empezando por transparentar las donaciones que reciben sus fundaciones y los aportes que él puede hacer a otras personas jurídicas.

Chile no se ha construido sobre la base de personas que, después de diez años, prefieren salir regularmente del país y reingresar para conservar un falso estatus de turista. Este país se construyó con la ayuda y el trabajo de inmigrantes de verdad, esos que llegaron para hacerse chilenos. Notable diferencia.



sábado, 12 de abril de 2008

Presente de hoy, futuro de ayer.

Presente de hoy, futuro de ayer
Sergio Melnick

El futuro es importante, decía un gran pensador, porque ahí pasaremos el resto de nuestras vidas. Esto es obvio pero no trivial. De hecho, estamos en el futuro que una vez construimos. Como buen presente, éste tiene de bien y de mal, porque son muchos, y de muchos, los futuros que convergen a la experiencia efectiva. Si los futuros que buscamos no respetan el límite de los demás, al converger chocarán estrepitosamente. Lamentablemente, la condición humana es muy fuerte. La generosidad no se logra por decreto, menos cuando los que los hacen también son sólo “humanos”.

Entonces, la condición esencial para la construcción colectiva de futuros es que se base en reglas sabias de convivencia, tolerancia y fundamentalmente equidad. Por curioso que parezca, lo más difícil es lidiar con esta última. Ello, porque se relaciona con las acciones y no con las intenciones. Tan poco claro tiene este tema el Gobierno, que montó una comisión para que le definiera la equidad. Mal camino.

La idea del gran pacto social, que sólo podría existir en base a la generosidad, la tolerancia y la equidad, apareció hace unos meses en el horizonte de la política, pero no era verdad. Fue sólo un voladero de luces del Gobierno, para salir de las duras coyunturas. No había generosidad. No había la voluntad de aceptar que nadie es dueño de toda la verdad. No entendía que hay que saber transar por el bien general. Un pacto social real sólo puede ser liderado desde el poder político. Eso en Chile es el Gobierno, un gobierno que debe querer serlo de todos, no sólo de sus partidarios. Eso es el desafío de la historia. Y el Gobierno le está fallando a la historia.

Volviendo a la equidad, ésta corresponde a la justicia, al reconocimiento colectivo de que cada cual reciba lo que “merece” de acuerdo con sus acciones o condición. Es fundamental premiar el esfuerzo y penalizar la desidia y la irresponsabilidad; de otro modo, la sociedad nunca podrá avanzar. Por ello es que la igualdad es sólo un criterio particular de justicia o equidad. La experiencia ya fracasada del socialismo es el testimonio más elocuente del grave error de confundirlas.

En lo que nadie discrepa, en materia de equidad, es en la importancia de la igualdad de oportunidades. Ese es, entonces, un punto común de apoyo para construir un futuro más generoso. No hay que olvidar que nuestra realidad imperfecta siempre está acotada por los recursos. Por ello, una segunda condición necesaria para construir un futuro mejor es que la gestión pública sea de máxima calidad, de modo que no se desperdicien esos recursos o medios limitados. Tampoco podemos desconocer que la riqueza material se traspasa en el tiempo a través de las personas y altera las oportunidades de inicio y el desarrollo de los talentos. Una sociedad justa nunca debe permitir la excesiva concertación de las diversas manifestaciones del poder.

Lo anterior significa dos cosas esenciales para mí. Una, que quien quiera participar del servicio público debe, inexorablemente, tener probadas competencias de gestión. Segundo, que el foco principal de la política social son las oportunidades, no los beneficios, que son ayuda inmediata; por cierto necesaria, especialmente a los focos de mayor privación en la sociedad.

En esa perspectiva, también coinciden todos, absolutamente todos, en que la madre de las oportunidades en la sociedad moderna del conocimiento radica en la educación. Es simplemente sorprendente entonces que se haga tan poco en ese sentido.

Una política educacional adecuada debe partir por arriba, no por abajo. La educación superior es la principal fábrica de ideas que impulsa una sociedad, la que mueve las fronteras del tiempo. Si ésa no funciona adecuadamente, no hay futuro posible. A esa educación es a la que todos deben aspirar. Ese es el faro que impulsa el sistema educativo y que permite ordenar la preescolar, básica, y media. Si lo hacemos al revés, estaremos plantando semillas que no pueden florecer. Justo de ahí mismo salen las ideas para mejorar la propia educación. La propuesta educativa de la “famosa” comisión no hizo un aporte relevante. Perdimos otro año más para empezar.

Los futuros posibles se abren hoy. No podemos seguir esperando.

viernes, 11 de abril de 2008

¡Pobres países sin moneda!

¡Pobres países sin moneda!
Álvaro Bardón


Somos un gran país. No como Alemania o Francia, que ni siquiera tienen moneda, o como el Panamá del Canal, que tampoco la tiene y muestra la economía más estable de América -y quizás del mundo- en los siglos XX y XXI.

¿Ha escuchado usted hablar de los problemas de balanza de pagos o de la deuda externa de California, un poco más grande que Chile? No -nos decía un profesor-, y nunca van a escuchar, porque no tiene Banco Central. ¿Y usted ha oído de estos problemas en La Legua, Rancagua o Concepción, o en el estado de Texas? No, porque no tienen Banco Central ni moneda.

¿De qué estaríamos hablando en estos días si Chile no tuviera moneda y usáramos el dólar o el euro? ¿A cuánto amaneció el dólar hoy? ¿A 700 o a 400 pesos? ¿Qué vendría siendo el peso? ¿Contra quién alegarían los exportadores o los agricultores? Dirían que "su" negocio está malo y que el Banco Central debiera hacer algo. ¿Qué Banco Central, si no habría? ¿Qué moneda se va a devaluar o revaluar? ¿Qué saldría en los diarios "sobre el dólar o tipo de cambio"? ¿Cuántos colegas quedarían sin pega en el sector público, el Banco Central y la prensa? ¿Y qué cosa inteligente dirían sobre la inflación, más allá de observar que sería similar a la de Estados Unidos o Europa?

Mis colegas, horrorizados, dirían -como ya lo hacen- que el país perdería un instrumento clave de política económica, como es el manejo monetario.

¡Por fin!, habría que decirles, ya que este "instrumento" explica una de las situaciones de más alta inflación e inestabilidad del siglo XX en el mundo. Es ése nuestro récord mundial más claro, obviamente al costo de un empobrecedor subdesarrollo, desde que en Chile apareció el Banco Central, hacia 1925.

Como declaró Robert Mundell, mi profesor en Chicago y Premio Nobel, al recibir este galardón, el "área monetaria óptima" ahora es el mundo, y lo razonable y útil es moverse a una moneda única (lo que ya se ve en Europa), como paso previo antes de volver al patrón oro.

¿Y por qué a los liberales les gusta tanto el oro? Porque es un sistema monetario sin la arbitrariedad estatal, en que la cantidad de dinero se regula sola, sin crecer demasiado. Pero lo más importante es que el Estado y los políticos, siempre derrochadores y algunos incluso corruptos, pierden el poder monetario y su infinita capacidad de generar inflación, crisis de balanza de pagos y crisis políticas y de crecimiento.

El no tener moneda llevaría a expresar todos los precios en dólares, euros u oro, terminando con la asimetría desestabilizadora entre el valor de lo exportado y los costos internos como los salarios, que, en adelante, se expresarían en dólares. Las UF, UTM y las reajustabilidades podrían desaparecer, y volveríamos a ser un país civilizado y estable.

Si, además, abriéramos la intermediación financiera, tendríamos una rebaja de intereses y créditos más largos, como los que se observan en estos días en Panamá en las operaciones hipotecarias: casas para todos, pagaderas a 50 años.

Hace tiempo que quería plantear un ultimátum a los colegas del Banco Central: han hecho demasiadas embarradas desde los años 20, así que ahora tienen la última oportunidad. El año pasado empezaron a portarse mal de nuevo, de modo que ahora, si no cumplen con la inflación cero y una estabilidad financiera de verdad, tipo Panamá, les vamos a cerrar su negocio, siguiendo el gran éxito de El Salvador y Ecuador.

Esto, sin perjuicio de reducirles ya, drásticamente, sus remuneraciones, que debieran depender de sus éxitos concretos en materia de estabilidad de precios y de prácticas crediticias, bancarias, etcétera.


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