Colombia en nuestra mirada.Ingrid Betancourt, difícil sobre-vivencia, familiares creen que falleció.
La más conocida de los secuestrados por las FARC, la ex candidata Presidencial Ingrid Betancourt, se encontraría en una condición de salud deplorable, aunque familiares de la rehén piensan que es posible que ya haya muerto.
Tres enfermedades amenazan la vida de la colombiano francesa, malaria, leishmaniasis y hepatitis B, y necesitaría de manera imperiosa una transfusión de sangre para dominar los síntomas de la grave enfermedad tropical.
Nosotros sostenemos que la lucha armada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia es una agresión a ese pueblo, teóricamente política, pero desprestigiada por su vergonzosa alianza con el narco trafico.
Jugar con la vida de las personas, sobre todo si son inocentes, utilizarlas como escudos humanos o transformarlas en moneda de cambio para obtener granjerías nos parece de una deshumanizada amoralidad.
Tener a gente a la fuerza, en paupérrimas condiciones de supervivencia, con escasa alimentación, sin acceso a las mínimas condiciones de higiene y careciendo de los necesarios medicamentos nos parece obra de desalmados.
Si las FARC quieren tener algo de respeto en sociedades que están cada vez mas sensibilizadas por los derechos humanos debe liberar sin condiciones a los miles de prisioneros que tiene en su poder.
Las FARC saben que es difícil que obtengan estatus de beligerancia, pues este nunca se le ha dado a cobardes que atacan a civiles inocentes a mansalva, escondidos y con una inmensa superioridad numérica y de armamento.
Pero si, actuando de manera “decente” dejando el uso de personas para chantajear a sus enemigos, terminando sus relaciones con la coca, obviamente dejarán de ser tan mal mirados, mejorando la evaluación sobre ellos.
El terrorismo crece u obtiene poder gracias a la desidia que la ciudadania sana y libre demuestra, que nosotros consideramos conlleva una alta dosis de cobardía. Creemos que la dura posición del Presidente Uribe va por el caminos correscto al utilizar toda la fuerza posible, sin romper las conversaciones.
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