Cuándo un gobierno está comprometido con la corrupción, se desestima las sugerencias de los organismos contralores y se evita sancionar drásticamente a quienes han afectado los intereses del pueblo ya sea por manifiesta incapacidad de cumplir con su trabajo ya sea porque están comprometidos en actos reñidos con la moral.
Consideramos que la decisión de la Ministro de Educación, Yasna Provoste Campillay de suspender por dos meses de sus funciones al ex SEREMI Alejandro Traverso, además de la multa de la mitad de sus remuneraciones en el periodo de “castigo” es sencillamente una borla a los chilenos.
Miles de millones de pesos mal administrados, con desordenes increíbles, un par de centenas de millones “rapiñados” y el directivo socialista recibe una sanción menor, casi asimilable a una comunicación al apoderado en la época colegial o la suspensión de asistencia a clases hasta que concluya el apoderado.
Creemos que la sanción que proponía la Contraloría General de la Republica, si bien era leve por la escasa penalidad que le han dado a estos delitos nuestros legisladores, al menos construía un precedente de que no era gratis jugar con los “dineros de los chilenos” ni tampoco dejar que se los robaran.
Funcionarios del MINEDUC consideraron que la “sanción” es una burla y afirmaron que avergüenza al sector que no quiere a este sujeto en las actividades educacionales. Las denuncias de irregularidades realizadas por las asociaciones de funcionarios simplemente fueron ignoradas en su oportunidad.
Los funcionarios, sumamente molestos, declaran que las irregularidades comenzaron con la llegada de Traversa como SEREMI. No quieren al personaje en Educación ni en la administración pública, no descartando en su molestia realizar acciones de protesta que hasta podrían llegar a paralización de actividades.
Ya hemos sido testigos de demasiados escándalos en los que nunca existen sanciones, o que solo se castiga a los estratos bajos, para el personal de confianza de las administraciones que se suponen bien pagados para cautelar las platas fiscales, esas que tanto cuesta a los chilenos juntar.
La Ministro de Educación Señorita Provoste debe dejar el cargo, pues con su intento de inflar los resultados de las pruebas de selección universitaria demostró una increíble falta de respeto a la nación, además de un escaso apego a la verdad, mientras que en el episodio Traverso nos expone a la corruptela total.
Creemos que ya no es tiempo de que la Presidente Michelle Bachelet Jeria siga sin escuchar la voz del pueblo ni de que con la soberbia que ha demostrado en estos dos años siga empecinándose en una agenda politiquera que no considera las necesidades de un pueblo que sufre mientras la plata de Estado es dilapidada.
Corrupto es sin lugar a dudas el que roba, el que acepta incentivos para realizar su trabajo, el que no hace la pega, el que mal invierte los recurso nacionales, pero tan corrupto como el que practica este vicio corrosivo es el que lo permite en los servicios a su cargo. Imaginen la responsabilidad de los jefes superiores….
viernes, 29 de febrero de 2008
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