Faltar a la verdad, omitir antecedentes, una manera insidiosa del engaño.
Es evidente que los sectores con menor educación, por ende menores posibilidades, imitan las costumbres de aquellos a los que ve como sus superiores, entre los que ciertamente se encuentran los gobernantes, los grandes empresarios, los sacerdotes destacados y en general todos aquellos que se pueden considerar “líderes” de opinión.
La comprobación de esta realidad es lo que hace peligroso tener personalidades que falten a la verdad, como la Ministro Provoste o como en sus promesas electorales la Presidente Bachelet, o el vergonzoso caso de la sanción al ex SEREMI de Educación que recibió una levísima sanción por las irregularidades en las subvenciones escolares.
Después queremos pedirle al pueblo, recordando que pueblo somos todos los chilenos, un acatamiento irrestricto a la legalidad vigente, a las buenas costumbres y una honestidad que la clase dirigente está muy lejos de mostrar y por la que nunca recibe las sanciones que merece.
Para el pueblo leyes más duras, represión policial y ejércitos de fiscales acusadores, para quienes ejercen el poder, un Parlamento que no cumple sus funciones fiscalizadoras y una Contraloría a la que la administración ni tan siquiera toma en cuenta desoyendo sus recomendaciones.
La suspensión de dos meses, con la recepción de media remuneración, suena mas bien a vacaciones pagadas con la mitad del sueldo que a un castigo, lo que sin duda alguna fomenta la irresponsabilidad de quienes deben cuidar los recursos del pueblo e incentiva a los ladrones, pues simplemente no hay castigo.
Las clases dirigentes debieran ser el espejo donde se mirara toda la ciudadanía, en el que se reflejaran todas las virtudes cívicas, morales y ciudadanas. Lamentablemente lo que vemos en estos momentos es una verdadera “gárgola” que solo nos destaca las conductas irregulares, de una inmensa injusticia y totalmente amorales.
La verdadera subversión del lenguaje por la que hemos sido atacados ha cambiado el significado de las palabras por lo que hoy libertad, democracia, pueblo, justicia, verdad, honestidad, entre muchas otras expresiones, han perdido ese significado obvio que hacía tan fácil la comunicación entre los humanos.
Dedicarse casi exclusivamente a cortar cintas de inauguración, como hace la gobernante, o a expandir cifras que a nuestro entender se encuentran bastante maquilladas no es una manera de hacer gobierno, aunque si es una muy buena manera de ejercer la intervención electoral, vicio corrupto que coarta las libertades populares y pone en entredicho las libertades.
Cobre nuestro de cada día.
En nuestra historia Patria, en especial en los últimos 50 años, la riqueza cuprífera ha sido denominada de distintas maneras y todas ellas de un impactante contenido publicitario: para algunos, era la “viga maestra”, mientras que para otros era sencillamente el “sueldo de Chile”.
Han existido también diversas miradas de cómo administrar este patrimonio natural, y así mientras algunos solo plantean la posibilidad de un manejo estatal, otros plantean empresas mixtas y otros simplemente mantener el actual sistema, en que hay minas en manos del Estado y otras en manos particulares.
Nosotros creemos que el estatus de la producción es lo menos importante, claro, siempre que la explotación de estos recursos de todos los chilenos beneficie realmente al país, por medio de los impuestos, proporcione trabajos dignos a muchos compatriotas y se explote eficientemente, para que haya ganancias.
Desde hace ya algunos años, en especial desde la llegada de la Concertación al Gobierno se ha hablado de malos manejos en CODELCO, recordemos solo el “davilazo”, y que persistentemente las memorias de la gigantesca empresa estatal han comenzado a mostrar aumentos de costos.
Lo anterior se puede simplificar, ya que no ha aumentado la cantidad de impuestos que afectan a la actividad ni ha habido sensibles aumentos salariales, implica que ha habido una tremenda pérdida de eficiencia, lo que se corrobora con los menores aportes al tesoro Fiscal.
Para graficar los resultados de la desastrosa gestión que han realizado los hombres de confianza de la concertación en la minera estatal baste con consignar que los aportes al fisco del año pasado descendieron en un 9%, totalizando un menor ingreso de 760 millones de dólares, a pesar de los altos precios internacionales.
Por otro lado, los inmensos recursos que ha generado la exportación de esta importante materia prima no se han invertido en investigación y/o desarrollo de nuevos usos, lo que aseguraría los mercados, así como tampoco en un serio proyecto de industrialización que lleve a exportar productos con valor agregado.
Esperamos, que el segundo tiempo anunciado por Bachelet, sea de rectificaciones y, que al menos por una vez, nuestras autoridades tengan visión de futuro y de país, evitándonos una repetición traumática de dilapidación inútil de dineros, como ocurrió con el carbón y el salitre.
Chile quiere innovación, creación, como vía al desarrollo, a pesar de la mala opinión que tenemos de nuestros gobernantes, que esperamos la autoridad sea capaz de comprender y poniéndose en la época en que vivimos, dejen de lado añejos esquemas para dedicarse a trabajar por el pueblo.
Solo necesitamos audacia y creatividad por parte de las autoridades en La Moneda, la capacidad de trabajo la tenemos en un pueblo que sabe de trabajar, además de poseer las capacitaciones técnicas necesarias para emprender la labor. Nuestro pueblo no puede seguir esperando más.
sábado, 1 de marzo de 2008
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