miércoles, 2 de septiembre de 2009

Farándula generalizada, por Gonzalo Vial.



Farándula generalizada,
por Gonzalo Vial.

El país, en sus temas de mayor importancia, se faranduliza aceleradamente, hasta extremos a la verdad difíciles no ya de entender, sino de imaginar.

Anteayer, por ejemplo, las novedades de la campaña presidencial en TV eran las imágenes del candidato concertacionista bailando «el trencito» con sus partidarios, y del postulante opositor —para no ser menos— ejecutando unos difíciles pasos de tango, tocado con un sombrero negro del más puro estilo La Boca.

¿Qué significará esto?, me preguntaba, y seguramente se preguntará también el lector. Pues... nada. Farándula en la política. Y en muchas cosas más. Por ejemplo.

Institute Nacional. Sus postulaciones cayeron un 30% este año. El rector del establecimiento calificó de “indudable” la baja. La atribuyó a los paros estudiantiles, que han generado molestia en los apoderados. Pero, agregaría, se trabaja para revertir esta situación, los próximos años. ¿Cómo? “A través de la apertura de salas multilingües de alemán, francés, inglés, chino mandarín y japonés” ( El Mercurio, 27 de agosto).
Suspiro de alivio. El Instituto se ha salvado.

Araucanía. Es fuente continuada de las noticias más incomprensibles, que permiten una hilaridad franca —por lo menos una sonrisa— en medio de la tragedia. Así:
1.Gráfico en mano, la ministra «vocera» del Gobierno, denuncia una “nueva realidad”, “inaceptable”. “Desde el año pasado y a la fecha, los precios de la tierra se han más que duplicado en la zona (indígena)”. “No puede aceptarse que... se especule y unas pocas personas saquen provecho” (La Segunda, 20 de agosto).

Son palabras totalmente sin sentido. Si el Gobierno, por intermedio de CONADI, quiere comprar tierras de la Araucanía, y su dueño quiere venderlas, el precio es materia de acuerdo entre ambas partes, y ninguna de ellas puede IMPONER a la otra el que le guste.

La compraventa forzada, obligatoria para el Estado y el particular propietario, es muy antigua y se llama EXPROPIACION. Constitucionalmente exige: ley que la autorice, precio comercial (establecido por acuerdo, o judicialmente) y pago al contado. Toda otra «herramienta» que quiera emplear el gobierno, cualquier gobierno, para que el dueño de la tierra rebaje el monto que pide, es un abuso.

Finalmente, los inmuebles agrícolas que suben de precio en Araucanía son aquellos que comunidades vecinas de indígenas codician, y para obtener los cuales presionan con ocupaciones ilegítimas, robos, incendios, destrucción de maquinarias, maltrato de los dueños, su personal y carabineros, etc., etc.

Superficialmente, esta presión parece dirigirse contra el agricultor... pero su verdadera destinataria es la CONADI, para que se asuste con los desórdenes, pague las ganas al dueño, y regale la tierra a los culpables de los atropellos.

El agricultor aprovecha estas circunstancias, QUE NO SON CULPA SUYA. El no ocupa, ni incendia, ni asalta. El no quiere vender, le hacen la vida imposible para que ceda, y el Gobierno no puede o no quiere impedir este acosamiento indebido. El no fija precios altos, los fija una CONADI aterrada... aterrada no por el agricultor, sino por sus enemigos.

¡Y esto es lo que la vocera gubernativa llama “especulación” y “provecho de unos pocos”!
Es el marqueteo político más obvio, superficial e injusto que pueda discurrirse para hacer de las víctimas, culpables. Farándula pura.

2.El Ministro Secretario General de la Presidencia, comisionado especial de la Mandataria para el conflicto mapuche, viaja a Temuco y se entrevista con los jóvenes de esa etnia que viven en el internado Puram Peyum Zugu. Lo insultan, incluso tratándolo de “asesino”. Se retira “abruptamente” (El Mercurio, 29 de agosto).

Al día siguiente, por TV, me entero de que algún sacerdote, asesor de la pastoral mapuche, ha dicho que el ministro debía “disculpas” a los estudiantes. Seguramente debe ser por no haber escuchado completos los insultos..

Interrogado el ministro en TV, señala, afortunadamente, que no dará disculpas. Agrega que no “justifica”, pero sí “se explica” la actitud de los muchachos. Todos hemos sido jóvenes, recuerda, nostálgico... El mismo, el ministro, y otro funcionario de gobierno allí presente, se tomaron la Universidad Católica cuando estudiantes y echaron al rector...

No extrañará al ministro, entonces, que los mapuches del internado también se lo tomen, o —aun— se apoderen de alguna universidad temucana...

Sentimentalismo farandulero, inútil y dañino.

3. El ministro viajero debía entrevistarse con el agricultor René Urban, y con la comunidad indígena que lo atormenta, habiendo ésta invadido violentamente sus predios unas SESENTA veces.
La misma mañana fijada para la doble entrevista se repitió la invasión.

El ministro, enojado, dejó sin efecto aquélla. No recibió a la comunidad... ni a Urban.

¿Por qué no a Urban... el dueño legal, la víctima que el Gobierno no puede defender, un hombre de paz que nunca ha disparado un tiro?

Misterios de la farándula mapuche.

4. La CONADI, este poderoso instrumento de la política indígena de gobierno, tiene a la fecha:

4.1.Su director, con sumario cerrado que recomienda sancionarlo.

4.2.Lo mismo, su fiscal, su jefe de Tierras y un abogado de la Fiscalía.

4.3.Otra vez, pero por otro concepto y otro sumario, el jefe de Tierras. Sin embargo, rechazó destituirlo el director de CONADI... también sumariado, dijimos.

A no dudar, un superequipo, el más adecuado para afrontar las horas difíciles de CONADI (La Segunda, 20 de agosto).

Farándula literaria. Los mistralianos esperaban, y siguen esperando, conocer el inmenso tesoro de la obra inédita de Gabriela, llegada a poder del Estado y de la Biblioteca Nacional hace poco tiempo.

Pero continuarán sin ser satisfechos, parece, salvo el trabajo particular de Luis Vargas y de la Universidad Católica, que permitió avizorar ese tesoro. Después... nada. La Biblioteca, el Estado, duermen. ¿Para el Bicentenario? ¿Para el Tricentenario?

En cambio, tenemos una joyita de voyerismo histórico-literario, la publicación con bombos y platillos de unas cuantas cartas de la poetisa a su secretaria y amiga Doris Dana, que permiten especular sobre las inclinaciones sexuales de Gabriela.

¡Qué tristeza, qué miseria del espíritu, indicativas del bajón cultural que vivimos... la farándula del chisme literario, lo único que sabemos y entendemos, y queremos saber y entender de los colosos de las letras nacionales!

¿A título de qué estos epistolarios sin importancia verdadera (otro ya se anuncia), y no la literatura y pensamiento DESCONOCIDOS de Gabriela?

“¿Por qué seleccionar del nuevo y enorme legado de Mistral, que custodia la Dibam, las cartas entre ella y Doris Dana? —pone el dedo en la llaga una socióloga (El Mercurio, 31 de agosto)—. En un contexto chileno anegado de voyerismo y fisgoneo, de goce perverso por los comidillos de la farándula, un libro como éste puede entenderse como parte de una cultura que busca solazarse con lo íntimo”.

Lamentable, pero, qué hacerle... “es lo que hay”.

Acount