jueves, 4 de septiembre de 2008

Pérez de Arce y Rojas, dos baluartes de la defensa de Chile

Cautivos: ¡A pagar!
Hermógenes Pérez de Arce

Una de mis nietas, con ese temor reverencial que me tienen, me dice: "Mira, Hermógenes, la 'alternativa correcta' para la definición del gobierno militar en este ensayo de la PSU". En mi familia, por supuesto, sabemos las respuestas a esa pregunta: a) Gobierno que salvó a Chile; b) Gobierno que reconstruyó la economía; c) Gobierno que legó una democracia estable; d) Todas las anteriores. Naturalmente, la más correcta es d). Pero en los ensayos de la PSU, la alternativa "oficial" correcta es "Gobierno que atropelló los derechos humanos". Y para la pregunta sobre el Transantiago es algo así como: "Plan que mejoró la locomoción colectiva".

¿Es que estamos en una dictadura a secas? No. Pero sí estamos cautivos de una "gramsciana". Me explico. La Constitución garantiza la libertad educacional, pero no la hay. Pues el ministerio fija "contenidos mínimos" a la enseñanza, que no son mínimos, porque no se los alcanza a enseñar en un año lectivo. Así es que no hay libertad para educar. Claro, uno podría decir "yo enseño lo que me da la gana", pero en ese caso no recibiría subsidio educacional. Y si dijera "no necesito subsidio", sus alumnos no sabrían las respuestas "oficiales correctas" para la PSU, basadas en los "contenidos mínimos". Entonces no obtendrían buen puntaje y quedarían fuera de su universidad elegida. Encima, perderían el derecho a aporte fiscal indirecto para la educación superior.

Entonces, se debe aprender y contestar en la PSU lo que la dictadura quiere que se aprenda y conteste.

Y cuando esa nieta mía sea mayor y arrostre las penalidades del Transantiago, a lo mejor hasta creerá que es bueno, porque así se lo inculcaron los "contenidos mínimos" y porque, además, por su edad, no conoció el sistema anterior. Éste trasladaba a la gente en menos tiempo, circulaba más cerca de donde querían partir y llegar las personas, y dejaba excedentes por 63 millones de dólares al año. Nadie mencionaba en las encuestas a la locomoción como un problema. Todo eso, en lugar del sistema actual con largas caminatas y trasbordos, cuyas pérdidas suman más de 50 millones de dólares mensuales y que las encuestas revelan como un grave problema colectivo.

¿Entiendes ahora lo que es la "dictadura gramsciana"?

Y otra cosa: incluso aunque seas ya mayor, tú también eres cautivo de ella. Te lo pruebo: el Gobierno te dice que ha disminuido la pobreza a 13,7 por ciento, y se afirma en la encuesta Casen 2006. Pero no te dice que usó datos de 1987, antiguos, que "le convienen". El economista Felipe Larraín ha hecho el recálculo de la pobreza con los datos más actuales, los de la V Encuesta de Presupuestos Familiares 1996-97 y, según ellos, el índice de pobreza es de 29 por ciento. Ése es el real. Pero el que se repite en todas partes es el "oficial", el "trucho". Recién el Instituto Libertad y Desarrollo (trabajo de Joaquín Lavín y Rodrigo Castro) ha revelado que en los últimos 19 meses el índice de pobreza subió 3,1 puntos, debido a la inflación de los alimentos. Pero, según el Gobierno, la pobreza bajó otros 2,3 puntos en el último año. Ésta es la información "oficial", la que tú debes creer.

Así es que, pobre cautivo, a trabajar más, para financiar el Transantiago. Porque te comunico una última mala nueva: ese "dos por ciento constitucional" de que hablan, ¡no existe! Es un invento chileno para que el Gobierno pueda gastar más allá de sus ingresos. Entonces, ¡mano al bolsillo, y a pagar por el más insigne disparate de la Concertación!
Esta vida y la Otra.
Gonzalo Rojas Sánchez

Habitualmente fríos en el trato, así somos los chilenos. Pero cuando el dolor se asoma a la puerta de al lado, cuando invade las vidas de nueve familias, de dos colegios, de la Iglesia en Santiago, de los compatriotas todosŠ entonces el afecto aparece como primer bálsamo.

Y así ha sido, como una incipiente primavera, en estos días finales del invierno. Desde el primer momento, desde esas llamadas telefónicas dramáticas para comunicar la increíble noticia hasta hoy, cuando ya comienzan a reposar las sensaciones, han sido cientos de miles los gestos de afecto humano que se han volcado en los que sufren lo indecible.

¿Cuánto nos durará? Porque una primera lección de estas jornadas consiste en recordarnos que de esos afectos debemos regalarnos en el día a día, con generosidad, sea cual sea nuestra posición en la vida, o nuestros pensamientos, o nuestros intereses. Que no hace falta un "ayudándote a sentir", que basta un "compartiendo tu vivir," para dar ese afecto que al comunicarse, en vez de perderse, se multiplica.

El cariño se ha perfeccionado, además, con la fe y con la esperanza. Esas palabras serenas, esos gestos de aceptación de la voluntad de Dios, ese amor manifiesto a su Cruz, no han sido una bofetada sino un susurro en la conciencia de Chile: mira país, si abandonas la fe, te quedas sin esperanza, se te hacen insufribles los dolores, y la vida, ya lo dijeron otros, será para ti una pasión inútil.

Hombres y mujeres de fe, hombres y mujeres con defectos y debilidades, pero que han acudido a Dios, su Padre, para llorar con Él, sin rebeldías, y así contestarse, desde Él, los porqué de una dramática tarde de viernes. Sin rebeldías, porque desde que vieron nacer y crecer a sus hijas y hermanas, a sus sobrinas y nietas, sabían que el don de la vida, el regalo de esas existencias, era muy frágil. Dignísimo, pero muy débil. Habrán recordado esos cuerpecitos de niñas recién nacidas y habrán dado gracias, en virtud de su fe, por los 16 años que disfrutaron de ellas, a pesar de tanta y tan evidente debilidad corporal.

Ahora, a esas nueve familias les resultará de gran ayuda la múltiple variedad de sus miembros. Cada uno de sus integrantes -desde los 14 ó 15 de algunas hasta los 4 ó 5 de otras- tiene por delante la tarea de compensación del irreemplazable espacio vacío. En cada hijo, en cada hija, encontrarán los padres los gestos, las miradas, las palabras de la ausente; en cada consejo, en cada petición, deberán reconocer los hijos la misma tarea que ese padre o esa madre estarían realizando con su querida hermana.
Esta vida es para eso. La Otra, ya es de ellas.

Acount