martes, 9 de septiembre de 2008

Tres comentarios de lujo

“EL CLUB DE LOS POLÍTICOS”
ó un Modelo de Estado Obsoleto
Finn R. Samsing A.

“La crisis política no se debe a la polarización ideológica, sino a una clase dirigente que se convirtió en un club exclusivo, auto referente y aislado.” (“El impenetrable “Club de los Políticos”; Patricia Politzer.

PODER PARA NOMINAR
Una casta privilegiada y poderosa se encuentra agrupada en lo que Patricia Politzer llama el “Club de los Políticos”, (http://www.realidades.cl/blog/?p=379
).

El “Club de los Políticos” esta formado por miembros que en sí no representan más del 5 por ciento de la población, sin embargo tienen la exclusividad para nominar a los candidatos que postularán a la Cámara de Diputados, al Senado, a Concejales Municipales, hasta los candidatos a la Presidencia de la República y también rebasando a todas las esferas del gobierno, incluso llegando al Poder Judicial. ( Caso Pfiffer ).

Es decir que este reducido número de ciudadanos tienen la facultad exclusiva de nominar los candidatos a los principales cargos del Estado y gozan además de ilimitados privilegios.

Miles de cargos que bajo el concepto de ser de exclusiva confianza de la Presidencia de la República son en verdad el “coto de caza” donde ejercen su influencia los miembros de este Club.

EL PODER Y LAS LEALTADES PERVERSAS

Lo importante es que siendo “Club de los Políticos” una organización exclusiva, el acceso a su membresía es casi imposible, ya que un ingreso incontrolado arriesga seriamente la pérdida del poder de los cabecillas de este Club. No hay interés en reclutar nuevos adherentes a este Club.

La lealtad perversa de los privilegiados que son nominados candidatos a cargos públicos por el “Club de los Políticos” es en ptimer lugar hacía los dirigentes de este Club y no hacía los ciudadanos como debiera de ser en una democracia. Al que se sale del redil le llegan las penas del infierno ( Caso: Adolfo Zaldivar )

Esta dicotomía perversa de las lealtades de los políticos ha degradado el sistema democrático el cual terminará desintegrándose con resultados fáciles de predecir.

Esta aparente democracia es en realidad una dictadura oligárquica que nos imponen los dirigentes de el “ Club de los Políticos “.

TRANSPARENCIA

Dentro de las características de este “Club de lo Políticos” esta la poca transparencia de sus acciones y la ineficiencia en la toma de decisiones frente a los problemas de los ciudadanos (8 años para tramitar algunas leyes), pero sí una eficiencia abismante cuando se trata de temas que los afecten. ( Caso inscripción electoral DC )

El “Club de los Políticos” con una visión increíblemente limitada en el tiempo han demostrado una inhabilidad absoluta para llegar a consensos para darle solución a los los problemas básicos de los ciudadanos. Su prioridad que domina sus acciones están relacionadas con la forma de mantener el poder.

Las irregularidades del Club que llegan a conocimiento de la ciudadanía son denunciados por los propios miembros del “Club de Políticos” quienes anuncian a diestras y siniestras “las penas máximas para quienes resulten responsables como resultado de las investigaciones que se llevarán adelante hasta las últimas consecuencias y los culpables serán castigados con la máxima rigurosidad de la ley“.. …. pero nunca pasa nada!!!!! ( Caso EFE ) .

Si llegan a un juicio tenemos un Poder Judicial completamente obsoleto en sus procedimientos, quienes también se encuentran más preocupados de mantener sus privilegios dando el amén a los intereses del “Club de los Políticos”. (Caso Laura Soto )

PARTICIPACIÓN DE LA JUVENTUD

La juventud al negarse a participar en el Registro Electoral tiene plena conciencia del comportamiento de esta casta y no está dispuesta a seguir patrocinando a este grupo de privilegiados a través de su voto.

Y…los que están inscritos en el Registro Electoral no pueden retirarse apareciendo así como respaldando los procesos electorales y votando por candidatos en los cuales no han tenido la más mínima participación en su nominación.

PROMESAS INCUMPLIDAS

El Club de los Políticos destina cuantiosos recursos para mercadear toda clase de promesas para engatusar a su electorado en tiempos previos a las elecciones. Las promesas hechas se hacen a sabiendas que no podrán cumplirse. Si se le piden cuentas de las promesas incumplidas, tienen un discurso ad-hoc traspasando a quien pueda las responsabilidades de su incumplimiento. ( Caso Transantiago )

CONTENIDO AGENDA

La Agenda de los miembros deL “Club de los Políticos” es priorizada por los contenidos de la Televisión. La agenda del contenido de los programas de la televisión la pautean los avisadores y no los ciudadanos.

Esto significa que en la agenda de los componentes del “Club de los Políticos” no tienen relevancia los intereses generales de los ciudadanos en especial cuando estos están en conflicto con los principales avisadores de la TV (caso denuncia abusos tarjetas de crédito. )

PRIVILEGIOS

Por ser miembros del “Club de los Políticos” estos gozan de cuantos beneficios se les pueda ocurrir, muchos de ellos se los auto asignan ( caso bono gasolina ). Estos beneficios son a cuesta de las arcas fiscales y en perjuicio de los ciudadanos que representan.

Cuando se produce un acontecimiento imprevisto ( muerte general Bernales ) de impacto nacional es interesante observar que varios miembros de este Club se encuentran en los lugares más recónditos del universo ¿porqué no se hace un reportaje, similar hecho a los concejales municipales, de los viajes realizados en el último año por los miembros del “Club de los Políticos°.

CONCLUSION Y OBSOLECENCIA
El sistema democrático vigente en el país es:

“ del pueblo, con el pueblo y……. para el “Club de los Políticos”.

y la estructura que nos gobierna, tanto el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial han demostrado su obsolecencia. Esta estructura quizás respondía a el entorno de los siglos XIX y primera mitad del siglo XX, pero es incapaz de responder a las exigencias de los tiempos presentes.

Freddie, Fannie y Ronald
José Ramón Valente.


Ronald Cause, Premio Nobel de Economía 1991, se hizo particularmente conocido entre académicos y estudiantes de economía, por un planteamiento que con el tiempo se ha denominado el teorema de Cause. Como es común entre los mas sabios, su planteamiento es elegantemente simple pero a la vez extremadamente relevante. Cause plantea que para realizar transacciones económicas eficientes, es decir al menor costo posible, es imprescindible y suficiente que los derechos de propiedad sobre los bienes que están siendo objeto de la transacción estén bien definidos. En otras palabras, desde el punto de vista netamente de la eficiencia económica, lo relevante no es si tal o cual cosa es suya o mía, lo importante es que esté claro de quién es.

Ayer el gobierno de EE.UU. decidió intervenir a las gigantescas instituciones financieras de ese país dedicadas al otorgamiento de créditos hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac. Estas instituciones, también conocidas como “las agencias”, habían nacido al amparo de una resolución del Congreso norteamericano, pero no eran, al menos hasta ayer, propiamente empresas estatales. Por muchos años en el mercado financiero se debatió respecto de la naturaleza estatal o no de estas instituciones. “No son del Estado pero es como si lo fueran”, se decía. Cuando estas agencias recurrían al mercado de capitales lo hacían bajo esta ambigüedad, que probablemente le habría puesto los pelos de punta a Ronald Cause. El resultado era que el costo de financiamiento de Fannie y Freddie, era más bajo que el de muchas compañías privadas, pero más alto que el del propio gobierno de EE.UU. Al no haber certeza de que estas empresas eran propiamente estatales, el mercado exigía una tasa de interés por la deuda de estas instituciones un poco más alta que la que les pedía a los bonos del tesoro de EE.UU. La situación era cómoda para las agencias porque se financiaban a tasas relativamente bajas y también para los inversionistas, porque les pagaban un premio por lo que ellos consideraban era una inversión tan segura como el gobierno de EE.UU.

Los encargados de terminar con esta ambigüedad, en palabras de Cause, definir los derechos de propinada, eran el Congreso y el gobierno de EE.UU. Pero nunca lo hicieron y hoy están pagando las consecuencias. Ayer finalmente se dilucidó la incógnita. Las agencias hipotecarias, desde el punto de vista del riesgo financiero, resultaron ser finalmente estatales.

Las consecuencias económicas de esta larga ambigüedad, respecto de la propiedad de Fannie y Freddie, tal como lo predice el teorema de Cause, terminaron generando una gran perdida para los contribuyentes de EE.UU. Si desde un principio hubiese estado claro que estas agencias eran empresa con una garantía explicita del Estado, las tasas de interés a las que se podrían haber endeudado habrían sido más bajas o, alternativamente, el gobierno les podría haber cobrado a las agencias por esa garantía. Hoy es demasiado tarde, la ambigüedad respecto de la propiedad de las agencias hipotecarias les generó una gran pérdida a los contribuyentes norteamericanos, que en este caso tienen como contrapartida una ganancia a los miles de inversionistas en todo el mundo que por años obtuvieron una tasa de interés abultada por prestarles plata a estas instituciones.

La importancia práctica de esta aparente obviedad expresada por Cause quedó de manifiesto en el lamentable desenlace de Fannie Mae y Freddie Mac. Nosotros en Chile podemos aprender mucho de los errores del gobierno de EE.UU. ¿Cuánto tiempo ha estado parada la planta de Celulosa Arauco porque no hay una definición clara de si puede o no evacuar sus residuos y dónde?, ¿cuánto tiempo más habrá que esperar para saber si van a poder construirse las centrales de Aysén?, ¿cuánta inversión se está perdiendo hoy en la Araucanía chilena por las reclamaciones de tierras de los mapuches? ¡Para qué hablar del Transantiago!: El nivel de indefinición respecto de deberes y responsabilidades en los contratos, el financiamiento y hasta las responsabilidades políticas de este sistema y los costos que estamos pagando todos los chilenos a raíz de dichas ambigüedades son un picnic para los seguidores de Cause


El precio de la indignidad.
Alberto Medina Méndez, Corrientes – Corrientes – Argentina.

La política es una herramienta válida para cambiar la realidad. Todo aquel que entiende que ese es el camino, recita aquello de que "hay que tener principios y estar dispuesto a jugarse por ellos".

Cada hombre que se lanza al ruedo público, lo hace porque aspira a mejorar la sociedad en la que vive. Más allá de los vivillos de siempre, esos que buscan en la política la profesión que no han logrado por sus propios méritos, lo cierto es que, quien tiene vocación de participar, espera lo mejor de ese ámbito en el que desarrollará su accionar.

Desde aquel dirigente del club de barrio, hasta el más ambicioso de los políticos que espera alcanzar la Presidencia de la Nación, persiguen un loable fin. Tienen sueños. Creen que podrán hacer las cosas de un modo diferente. Sienten que no repetirán la historia de siempre, y que podrán sostener sus ideas a pesar de todo lo que el sistema les propone. Cambiar el rumbo, implica un gran desafío.

Años después, quienes conocieron a ese dirigente que prometía con tanta convicción, y decía estar dispuesto a luchar contra todos, para lograr sus objetivos, manteniendo férreamente sus principios, ven como se ha desvanecido todo aquello.

Cabe preguntarse que paso en el medio, que sucedió entre lo que parecía tan puro luchando por los ideales y este presente que muestra a un hombre tan diferente, acomodado a su nueva situación, resignado en un montón de aspectos, acostumbrado en otros y hasta conforme en muchos de ellos.

Sus objetivos ya no son los de entonces, sus convicciones se diluyeron, sus principios quedaron en la mera retórica y aparecen en esa charla de café, solo entre amigos, pero ya no en público. De alguna manera, se avergüenza de ello.

La dignidad no debería tener precio, sin embargo el sistema encontró la manera de comprar voluntades, de alquilar almas, para perpetuarse indefinidamente.

El nudo del sistema impositivo argentino, más precisamente el régimen de coparticipación federal, que de federal tiene casi nada, funciona tal vez como el principal y más eficiente garante para sostener el eje de todo este perverso esquema.

Es que parece que casi cualquier político que intenta recorrer el camino de sostener sus principios, chocará inexorablemente con este "témpano" que supimos conseguir. Es allí donde se demostrará hasta donde llegan sus firmes convicciones y sus más arraigados principios.

El sistema de coparticipación pone entre la espada y la pared a gobernadores e intendentes, a concejales, diputados y senadores. Allí cuando les toca estar al frente de la cosa pública, es cuando se pone REALMENTE a prueba la profundidad de sus ideas.

Paradójicamente, esta en manos de esos mismos políticos cambiar la historia y el formato del régimen de coparticipación. La "cárcel" que propone este perverso régimen se puede modificar, pero para ello hay que sumar voluntades. Los números que la inteligencia de nuestros constituyentes nos legaron, lo permite sobradamente.

Las provincias tienen una mayoría aplastante en las cámaras legislativas para retomar el sendero. Solo que no se animan a hacer lo que corresponde. La meta debiera ser reestablecer su autonomía e independencia fiscal para recuperar así, su bien mas preciado, su dignidad.

El temor a no recaudar lo suficiente hace que intendentes y gobernadores prefieran seguir mendigando en los pasillos de las oficinas públicas a transitar el recorrido que los obligaría a administrar la escasez.

Consiguen fondos y privilegios para seguir haciendo la política actual. Así se garantizan la continuidad del presente para que nada se modifique, comprando un supuesto pasaporte al futuro para obtener nuevas y mejores oportunidades políticas bajo la protección de los poderosos del momento.

Historia conocida por todos. En el camino quedaran las promesas, los sueños, los principios y las convicciones. El sistema, así, habrá podido, otra vez, mucho más que todos esos valores. De esta manera deciden someterse mansamente a esa realidad. Otros suponen, cual fumador compulsivo, que siempre están a tiempo de decidir cual será el momento adecuado para librarse de las cadenas del poder. Sin embargo eso no sucede. Incluso el ocaso individual llegará, indudablemente, antes de que eso finalmente ocurra.

Muchos creen que esta realidad es inmodificable. Arrodillarse frente al poder o elegir ser un paria a la hora del reparto de favores. Esas parecen las opciones. Después de todo, sin recursos económicos no se puede gobernar dice el paradigma bajo el cual esta generación de políticos se ha formado.

Esa creencia dice que para seguir avanzando habrá que cambiarse de lado cuantas veces sea necesario. Estar dispuesto a traicionar a unos y otros, según lo que convenga, lo que incluye estar, preferentemente, del lado de "la caja".

Según esa visión, podría ser el único camino. Parece no tener precio, pero lo tiene. Aquel que transite ese recorrido, tal vez, pueda escalar durante algún tiempo los peldaños del supuesto éxito político. Pero al concluir el recorrido le espera el pago final. Ese que culminará, irremediablemente, no solo con sus sueños incumplidos, sino también, con el desprecio de sus semejantes, de la sociedad toda. Lo que es mas grave aún, con el castigo propio que implica saber que se han abandonado todas las convicciones para recorrer un camino que solo trajo algo de luces, y muchas sombras.

Son "las reglas de juego" sostienen algunos. Es posible que esas sean las reglas. Habrá que ver cuan importante son los principios para cada uno de los que dejaron atrás sueños y valores.

Tal vez algunos, aún estén a tiempo de cambiar su inexorable recorrido hacia el más aplastante fracaso. Tal vez valga la pena reflexionar sobre ello, antes de dilapidar el escaso capital político del que disponen.

Hay que reconocerlo. Es cierto. Sin recursos resulta difícil gobernar. Sin dignidad no vale la pena gobernar. Para hacerlo de esta manera, hubiera sido bueno saber de antemano, si se estaba dispuesto a pagar el precio de la indignidad.

Nota de la Redacción:
Sin duda alguna Don Alberto Medina Méndez escribió esta nota pensando en la realidad de su amada Argentina, consideramos que estas situaciones son perfectamente extrapolables a lo que sucede en Chile o en cualesquier país de nuestra America morena, y sus reflexiones son aplicables a todas las almas libres del Continente y posiblemente del planeta.

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