lunes, 15 de septiembre de 2008

Tres comentarios espectaculares

Las FARC nos quieren ayudar
Gonzalo Rojas

El propósito de todo grupo guerrillero y terrorista es liberar a los pueblos sometidos por el capitalismo y el imperialismo. De los años 50 para acá, los tipos no han variado ni un milímetro su objetivo. A lo más, han modificado sus fuentes de financiamiento, apoyándose decisivamente en la diosa blanca, ya que se les acabó el chorro del hermano mayor soviético.

Por cierto, la izquierda chilena extraparlamentaria, los funcionarios liberacionistas del gobierno Bachelet, las ONG que apoyan las reivindicaciones indígenas en nuestro sur y los parlamentarios chavistas encabezados por Navarro, todos, todos, conocen de cerca esa convicción guerrillera... y la aprueban. Las FARC tienen vínculos directos con el PC, en La Moneda han habitado compañeros que gozaron de la confianza de Marulanda y Reyes (aunque, caramba, no han aprendido ni a encriptar), los franchutes, belgas e hispánicos que operan en la Araucanía las idolatran y, por cierto, el senador socialista requerido se informa de ellas vía Chávez. Son datos de una causa cada vez mejor conocida.

No se trata entonces de si en Chile existe o no una red de apoyo a las FARC, sino de cómo instituciones y personas nacionales buscan dejarse ayudar por el grupo terrorista colombiano. Es del acá, es de la influencia del difunto Tirofijo en Chile que cabe preocuparse.

Por la recurrencia de estos temas, pareciera como si en el mapa limitáramos con Venezuela y con Colombia. Obvio que no, dirán los anclados en una mentalidad geopolítica superada. Y por eso, aseguran, no habría mucho de qué preocuparse: las FARC están bien lejos, ¿no? Olvidan estos ingenuos que para los movimientos de liberación, todos los países oprimidos por una democracia burguesa limitan mentalmente con sus sueños revolucionarios, que todos los pueblos -por lejanos que estén- son territorio cercano a conquistar.

El foquismo guevarista (crear focos revolucionarios: uno, diez, cien Vietnams) tiene ya casi 50 años de presencia en América. Tremenda novedad que desde México hasta nuestro sur, todos y cada uno de los movimientos guerrilleros y subversivos se han coordinado y ayudado entre sí. Maoístas, trotskistas, castristas-guevaristas o comunistas, han sabido empujar en la misma dirección, aunque a veces se hayan dado de codazos en el camino de sus luchas. Su objetivo: liberarnos. Ahora, con Chávez y con Evo, con Correa y con Lugo, el camino se les hace mucho más andadero; y, en reserva, al aguaite, Cristina, Tabaré y Lula: qué panorama alentador para el neo-foquismo.

Atentados incendiarios en la Araucanía, bombazos esporádicos en Santiago, jovenzuelos digitados para saquear el centro de la capital, carabineros y civiles baleados una noche de 11 de septiembre: tanteos del foquismo, muestras de su intención de ayudarnos en el proceso de liberación.

Lo grave no está, por lo tanto, en que Espina haya divulgado el informe; en que la ANI haya o no entregado antecedentes al fiscal nacional; en que el tema sea o no un asunto entre estados que no deben interferir en la política interna de los otros. Lo serio, lo grave, es que las FARC han decidido ayudarnos, que para eso cuentan con un Partido Comunista cuya directiva se instala públicamente con el vocero y que sus redes son apenas conocidas en el país.

Ah, el vocero. Tan enérgico él para solicitar que Estévez se mandara a cambiar de inmediato por asuntos de platas (y no pasó nada); y tan benigno él cuando de contactos profesionales con la guerrilla se ha tratado: sólo una degradación del periodista implicado y, después, una despedida cordial al combatiente que se retira para ocupar una nueva posición. Más vale guardarlo para las siguientes batallas.

Mientras tanto, fantástica esquizofrenia, el Gobierno insiste en patrocinar el Nobel de la Paz para la más famosa secuestrada por las FARC.

Y la DC, qué papelón. Ciertamente los muchachos de la flecha (ésa que ya no figura ni en la propaganda) no son partidarios de las FARC; ellos siempre han estado en la inmaculada y perfecta distancia que el centro otorga respecto de los extremos. Por eso Fuentealba, solemne, grave, protesta por las omisiones de la ANI. Pero, ¿algún DC pedirá audiencia en Vicuña Mackenna para notificar a Teillier que el pacto por omisión ha quedado automáticamente desahuciado? No, pues, no se pida tanto: de las FARC al PC, en la mirada DC, hay un laaaaaargo trecho.

No hay que confundirse: las FARC nos quieren ayudar. Que cada actor en la política chilena aclare, por favor, si le interesa esa colaboración.

Populismo y retórica latinoamericana
Hernán Felipe Errázuriz

Los presidentes Evo Morales y Hugo Chávez han estado siempre resueltos a eternizarse en el poder y apoyarse mutuamente. No es novedad. El futuro de sus pueblos poco les importa. Lo primero es la ideología. Ahora radicalizan sus relaciones con EE.UU., con el retiro de dos embajadores, distinguidos y profesionales. Ambos sirvieron en Chile en otros cargos y fueron apreciados.

En un primer momento, con las expulsiones aumentarán su popularidad; es lo que buscan. Permanece el recuerdo de intromisiones de EE.UU. Por lo demás, es correcto sostener que la declaración de persona non grata está contemplada en el artículo 9° de la Convención de Viena, que no requiere expresión de causa y es una facultad discrecional de todo Jefe de Estado. Lo que no puede estipular ese tratado son las consecuencias del aislamiento. Era probable que Morales retrocediera, lo ha hecho antes. Recientemente, mientras vituperaba a EE.UU., le solicitaba ayuda financiera y privilegios aduaneros. La vuelta atrás no fue posible: quedó encajonado, luego de la solidaridad de Chávez y por la respuesta estadounidense, que también declaró non gratos a los emisarios de Venezuela y Bolivia.

Para perpetuarse, Morales y Chávez han dictado constituciones; concentrado el poder; instado a la violencia; se han apropiado de empresas privadas y celebrado alianzas con los regímenes más totalitarios. Es la agenda del socialismo del siglo XXI. Ambos atraviesan por fuertes oposiciones internas. Bolivia, en el umbral de una guerra civil, y Chávez, acosado por investigaciones de apoyos al terrorismo de las FARC, documentado en correos electrónicos que han causado estragos hasta en La Moneda. Además, el juicio seguido en Miami sobre origen y destino de un maletín con 800 mil dólares es una incomodidad para las relaciones de Chávez y Kirchner con Norteamérica.

La diplomacia también puede ser un instrumento del populismo. Lo ha sido en América Latina. Bolivia fue el caso más pintoresco. El Presidente Melgarejo expulsó al representante del Imperio Británico y lo humilló obligándolo a montar un burro. Se dice que la reina Victoria, advertida de que su flota no podía bombardear el altiplano, decidió borrar a Bolivia de su mapa. Lo más probable es que EE.UU. opte por algo parecido, por un tiempo.

Ahora vienen la retórica y las ambigüedades latinoamericanas. Las de la OEA son un clásico. Debutará la Unasur, y seguiremos absteniéndonos de calificar a las FARC como grupo terrorista, mientras postulamos al premio Nobel de la Paz a Ingrid Betancourt, víctima de ese terrorismo.

Aún es tiempo para tomar distancia de dos mandatarios impredecibles.

En búsqueda de respuestas esenciales
Karin Ebensperger

Los seres humanos vivimos en torno a un misterio fundamental: el origen del universo, y tratar de comprenderlo ha sido un objetivo perseguido por todas las culturas a través de los tiempos. Esta semana la comunidad científica inició un experimento que, según los físicos, permitirá hallazgos que cambiarán nuestra visión del mundo. Lo notable es que se hayan unido unos cinco mil científicos de múltiples nacionalidades y disciplinas en este colosal esfuerzo, que continúa el viaje que se inició con Newton y su descripción de la gravedad.

Hasta ahora, la ciencia ha sido incapaz de encontrar el mecanismo que explica la generación de la masa. Por eso tantos físicos e ingenieros trabajan en el Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más potente del mundo y uno de los mayores proyectos científicos de la historia.

En el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), se creó un túnel subterráneo de 27 kilómetros en el cual se hará colisionar protones a la velocidad de la luz para recrear las condiciones que dieron lugar al llamado "Big Bang", la más aceptada teoría sobre el origen del universo.

El Big Bang se refiere a una explosión inicial hace 13.700 millones de años, y si bien no entrega todas las respuestas ni explica lo que había antes, es una teoría sin debilidades aparentes y aceptada por la gran mayoría de la comunidad científica. Es considerado el paradigma fundamental de la cosmología contemporánea.

El objetivo del Gran Colisionador es recrear en un lapso relámpago la "sopa" primordial que formó la materia durante los primeros microsegundos del universo, antes de la creación de protones. Culminan así casi dos décadas de trabajo, y se abre la posibilidad de descifrar cómo se creó la materia y de detectar al denominado "bosón de Higgs", también conocido como "partícula de Dios", porque sería capaz de dotar de masa a otras partículas. Hasta ahora sólo ha sido deducido.

Los resultados son inciertos y se conocerán recién dentro de un año. Pero lo que quisiera destacar en esta columna es el hito científico que significa el que en un solo proyecto se unieran Alemania, Francia, Gran Bretaña, Suiza y otros 8 países europeos, Estados Unidos, India, Rusia y Japón; que invirtieran US$ 8 mil millones y que anunciaran que distribuirán la información obtenida en bruto a más de 200 instituciones y universidades del mundo para ser analizada.

Hace 2.500 años, en las islas griegas, Demócrito intuyó que los átomos son la estructura básica de la materia. Desde entonces, nunca como en este proyecto del CERN, se habían reunido tantos cerebros atendiendo simultáneamente las preguntas esenciales. Un esfuerzo que debiera ser inspirador para la búsqueda de soluciones a otros problemas que afectan a la humanidad.

Acount