La in- Justicia vigente en Chile.
En forma bastante reiterativa hemos manifestado la vergüenza que nos da la enorme falta de capacidad que evidencian nuestras autoridades, además de la molestia que nos acarrea la corruptela que han instaurado en la administración. Junto a esto hemos criticado, algunas veces ácidamente que la Justicia haya abdicado de la independencia que le otorga la Constitución, doblegándose a los designios del Poder Ejecutivo.
Las evidencias de la primera situación, de la ineptitud y corrupción concertacionista, ya parecen haber convencido a la mayoría de los chilenos. Fallos aberrantes, legislaciones aplicadas de manera abusiva, invención de delitos, condenas basadas en tratados no vigentes, constituyen verdaderas “monstruosidades Jurídicas” que se utilizan de manera insólita para satisfacer las ansias vengativas de quienes tienen el poder político.
El General Pinochet, y los Militares que debieron enfrentar al terrorismo y la insurgencia, promovidos y financiados desde el extranjero, han sido vilmente perseguidos, por Cortes que pretenden ignorar que el país sufrió una brutal agresión y que fue sometido a una virtual guerra civil. La Justicia no sólo ha sido ciega a la verdad, sino que además ha sido muda en relación a los verdaderos hechos.
La descontextualización de los sucesos, es decir mirar lo hechos con los ojos de otra época puede ser una justificación, bastante mediocre ciertamente, que sin duda quedará en las conciencias de los Tribunos, pues constituyen un auto engaño que les permite ascender, obtener prebendas personales o institucionales, además de ser bien mirados por el poder central.
Ayer conocimos la aprobación de la extradición del ex Presidente peruano Alberto Fujimori, que sólo ha renovado las dudas que nos merecen los supremos, en el que vieron las acusaciones, haciéndole una “verónica” a la realidad de un país asolado por el Sendero Luminoso y por el Grupo Tupac Amaru, que en conjunto provocaron miles de víctimas inocentes.
La mirada de sólo el ojo izquierdo que ha demostrado nuestra Justicia no la ennoblece precisamente, menos aún recordando que durante el período Militar dejaron de cumplir sus deberes, transformándose en cómplices de las presuntas violaciones a los Derechos Humanos que hoy dicen defender, llegando incluso, a una verdadera falsificación de la realidad nacional de fines del siglo pasado.
En Chile de hoy se ha cimentado una verdadera monarquía que usa la Constitución a efectos de simular ser democrática, pero que con el férreo control que establece sobre el Parlamento, es especial sobre Senadores y Diputados de la Concertación, y el manejo de la Justicia, tanto por los ascensos de los funcionarios superiores como por el financiamiento del sistema, se deslegitima completamente.
La separación de poderes, base del sistema democrático, es hoy un engaño que esconde el poder absoluto con que cuenta la Presidencia, tan mal ejercida por la actual Mandatario, lo que da pábulo a las reacciones destempladas del oficialismo y a la forma displicente con que enfrentan las tímidas críticas de una oposición casi inexistente.
AVISO
Distintos motivos nos han impedido salir con regularidad y sin una edición completa. Esperamos, Dios mediante, que a contar del 2 de Octubre, es decir en unos diez días más, solucionar los problemas que tenemos y poder seguir entregando nuestra interpretación de los hechos, tanto nacionales como internacionales.
Agradecemos la fidelidad con que nuestros lectores y lectoras, amigos y amigas, nos han seguido visitando permanentemente y les invitamos a seguir con nosotros en la lucha contra la incapacidad de nuestras autoridades, la inmensa corruptela que han instalado en el país y la terrorífica falta de valores que nos destruye.
Reacción Chilena.
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