(Este artículo lo hemos graficado con el show de la Presidente tomando desayuno con trabajadoras, a aquellas mismas a las que condena a salarios de hambre con la mantención de casi 550 mil cesantes).
Foto tomada de Diario El Mercurio
Concertarrupción…..una infección sin límites.Algunos creen que para ser Ministro de Estado basta con tener buena verba, es decir hablar de corrido, tener un vocabulario un poco mas completo que el de la mayoría, que es muy pobre, y un especial sentido de la moral, para transformar esa palabrería en engaño.
Hay otros, un poco más aprensivos, que creemos que se requieren conocimientos técnicos en las materias respectivas, con estudios que los respalden y además una experiencia de trabajos en la materia correspondiente.
Son requisitos fundamentales, además, saber “escuchar” de corrido, tener la capacidad imprescindible de ponerse en los zapatos de los demás, una mente analítica de excepción y un notable espíritu de servicio público.
Creemos que solo con TODAS estas capacidades una persona está habilitada para ejercer las funciones de un Secretario de Estado, pero claro además deberá contar con la confianza de quien ejerza las funciones de Mandatario.
Lamentablemente no ha sido esta la tónica ni el predicamento con que se han seleccionado los Funcionarios para estos altos cargos, se ha preferido el vil cuoteo o esa mal entendida lealtad que lleva a algunos a la adulación y al ridículo.
Lo hemos visto como un “verdadero” carrusel, en el que las personas cambian de cargos como si fuesen “genios” con capacidades universales, y que solo han demostrado especialidades en nada.
Nada puede ser menos razonable que un sujeto que ha demostrado incapacidad en Obras Públicas, o en Educación, tengo como próximo destino la cartera de Salud o viceversa.
Sin duda esta es una de las “deudas” inmensas que mantiene la Concertación con el pueblo de Chile, alguna capacidad con la que realmente se intente, al menos, solucionar los problemas que nos afligen.
Poco se ganará con algunas reformas al Estado, en la búsqueda de transparencia o de algunos cambios sistemáticos, la gravedad se encuentra en la intromisión de una mentalidad contaminada.
La seriedad y la coherencia, tan escasas en nuestra sociedad actual, en la administración han sido super-exiguas, escasas, para transformarse, per se en unos “desaparecidos” de nuestra época.
Resulta atroz, pero ya son muchos los desaparecidos, la inteligencia, la capacidad, la decencia, la moralidad, las buenas costumbres, la integridad, para agregar ahora la formalidad y los principios, demasiados “extravíos” para tan poco período.
Si lo anterior no fuera de una inmensa gravedad, debemos agregar con dolor, con padecimiento y malestar, el alejamiento de todos estos valores, más el de la honestidad y su reemplazo por la corrupción desatada.
Esta nota ha sido tomada de nuestra página “hermana”
http://www.concertarrupcion.blogspot.com/